Escritora, periodista y actriz, Ayanta Barilli, hija de Sánchez Dragó, firma una novela sobre las mujeres de su familia, 'Un mar violeta oscuro', con la que quedó finalista en la última edición del premio Planeta. Este jueves ha presentado su libro en Zaragoza junto al ganador del galardón, Santiago Posteguillo.

¿Qué cuenta en ‘Un mar violeta oscuro?

Es un recorrido por la historia de las mujeres de mi familia, desde finales del siglo XIX hasta la actualidad, contada por mí que surge de la necesidad de reencontrarme con el pasado para conocerme a mí misma.

¿Es un relato autobiográfico?

Hablo de mi familia, pero es una novela, donde hay una reconstrucción de los personajes y la memoria de mis antepasados.

¿Cómo son los personajes?

Son mujeres frágiles, fuertes, zarandeadas por unos tiempos que les tocó vivir nada fáciles, que cumplen un recorrido en el que se repiten una serie de patrones de conducta equivocados. Mi labor es interrumpir los errores que se producen y se transmiten de generación en generación.

¿Qué le queda de toda la historia?

Una visión muy esperanzadora de la realidad, el orgullo de pertenecer a esa estirpe, lo que me han enseñado y las ganas de continuar esa saga en las cosas positivas e interrumpir las que no van bien.

¿Es una novela de amor?

Habla del amor incondicional como alimento principal de todo ser humano: amar y ser amado.

¿Qué hace falta para que la mujer hoy alcance la igualdad con el hombre?

La mujer está luchando por alcanzar todas las libertades que le pertenecen para ser igual que el hombre. Una revolución que ojalá se pudiera trasladar a otras culturas donde la mujer vive aún en una época medieval.

En el siglo XXI, ¿la sociedad española sigue siendo machista?

Lo es, pero en España, con sus excesos y defectos, se está trabajando para erradicar el machismo que espero sea de un modo sereno y saludable.

¿Cómo acabar con esta lacra?

Cobrando conciencia de uno mismo. Es necesario dejar a un lado los privilegios que se han alcanzado por pertenecer a un género. El proceso es, hoy, imparable.

‘Un mar violeta oscuro’ es su primera novela. ¿Qué supone el premio?

Cuando empecé a escribir la novela tenía muy claro que quería presentarme al Planeta para moverla bien comercialmente. En mi casa, o te llevas el Planeta o no eres nadie. Ganarlo significaba seguir con la tradición familiar. Y lo digo sin soberbia porque también pensé que nunca iba a llegar hasta aquí. Me presenté y ahora estoy muy feliz.