La Generalitat de Cataluña, en colaboración con el Instituto Ramón Muntaner, ha organizado un congreso de jota que se celebrará en la localidad tarraconense de Falset entre el 19 y el 21 de octubre. La cita, que busca combinar los aspectos académicos y lúdicos, reunirá a una veintena de especialistas, que tratarán el fenómeno de la jota desde distintos puntos de vista (etnológico, baile, canto...). Serán tres días intensos, llenos de ponencias y comunicaciones, y en los que también se presentarán publicaciones, documentales y trabajos discográficos. Habrá, además, espectáculos.

Aunque el encuentro se plantea como el 'I Congreso de la jota en los territorios de habla catalana', y se centra básicamente en ese territorio geográfico, la temática es amplia y con múltiples puntos de vista. Así, se presentarán comunicaciones que abordan aspectos como 'La música, el baile y la palabra', 'La llegada de la jota a las Tierras del Ebro', 'La jota, de baile de moda a baile tradicional', 'La canción de ronda' o 'La jota sobre el escenario'. Un especialista aragonés, Alberto Turón, disertará sobre la 'Convivencia entre transmisión oral y enseñanza académica en el Aragón oriental'. También está previsto presentar allí la muestra 'La jota, pasión de pasiones', organizada por Dulzaineros del Bajo Aragón.

"La idea es hablar de la jota en los territorios de habla catalana -señala Elena Espuny, técnica de Proyectos Culturales del Instituto Ramón Muntaner-. Pero el congreso se articulará no por zonas geográficas sino por enfoques: aspectos históricos, aspectos identitarios, uso y función, formas de trasmisión... El congreso quiere servir también para que se 'conozcan' las diferentes zonas donde hay jota. En 2012 y 2013 ya se organizaron jornadas científicas de un día de duración, y en ellas se vio que había material suficiente como para organizar un congreso. Y han sido las propias asociaciones las que lo han pedido a la Administración".

La jota estaba bastante extendida en Cataluña a finales del siglo XIX, pero se fue perdiendo a lo largo del siglo XX. "Se ha mantenido en el sur, aunque hay menos cantadores que antes -subraya Elena Espuny-. Pero en los útlimos años ha habido una revisión, relacionándola con aspectos identitarios, y se ha conseguido que la Generalitat la catalogue como 'danza nacional', igual que la sardana. El sur de Cataluña es una zona con poco peso demográfico y, hasta que la jota no se reivindicó, no se ha hecho valer".