Eusebio Poncela encabeza una versión libre de 'La casa de Bernarda Alba' en el Principal
La compañía La Casa Escénica lleva al Teatro del Mercado la obra Guerra. ¿Y si te pasara a ti?, interpretada por Inma Oliver.
"Se abre el telón. En un museo se exhibe la obra La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca. Un conjunto de hombres artistas construyen una serie de instalaciones plásticas y escenas performativas a partir de la fábula que nos legó el poeta, encarnando los roles femeninos y desafiando así la norma establecida de que los personajes femeninos han de ser interpretados por mujeres". Así se plantea Esto no es la casa de Bernarda Alba, versión libre de la obra de Lorca elaborada por José Manuel Mora, que se pone en en escena este fin de semana en el Teatro Principal de Zaragoza.
La pieza cuenta en sus papeles principales con Eusebio Poncela, Óscar de la Fuente, Cristóbal Suárez, Carlota Ferrer, David Luque, Esther Ortega, Guillermo Weickert, Arturo Parrilla y Diego Garrido.
La obra, recomendada para mayores de 16 años, se representa este sábado a las 20.30 y el domingo a las 18.30. Las entradas cuentan entre 5 y 25 euros. Según sus responsables, Esto no es la casa de Bernarda Alba sitúa al espectador "ante la búsqueda de un discurso feminista radical, es decir, que intenta viajar a la raíz: al poner en boca de hombres actores y bailarines las palabras de Federico ponemos en evidencia la fragilidad de la mujer ante la visión dominante del orden hetero-patriarcal".
De corte bien distinto es la obra que se pone en escena en el Teatro del Mercado. A partir de este viernes, y hasta el domingo, tendrán lugar varias representaciones de Guerra. ¿Y si te pasara a tí?, de la compañía La Casa Escénica. Dirige Esmeralda Gómez, e interpreta Inma Oliver.
Este viernes y mañana sábado la función será a las 20.30, mientras que la del domingo se iniciará a las 18.30. Las entradas para todas las representaciones cuestan 10-12 euros.
La obra aborda algunos de los los acontecimientos del panorama internacional en los últimos tiempos, como la guerra en Siria o los naufragios en el Mediterráneo, y plantea al espectador que las respuestas posibles no pueden caminar sino en dos direcciones: o esconder la cabeza ignorando la realidad de lo que sucede y aislándola detrás de fronteras con muros y alambradas; o, por el contrario, girar la vista a este dolor y tratar de analizarlo, empatizando con él.
