El regreso de la Visi y el talento de Juan Marín

La Asociación Aragonesa de Amigos del Libro homenajeó al columnista de HERALDO fallecido hace cuatro años.

Jorge Marín, Joaquín Callabed, Fernando Villacampa, Pilar Buj, Eugenio Mateo, Fernando Gracia y Guillermo Fatás, en la Biblioteca de Aragón.
Jorge Marín, Joaquín Callabed, Fernando Villacampa, Pilar Buj, Eugenio Mateo, Fernando Gracia y Guillermo Fatás, en la Biblioteca de Aragón.
Toni Galán

Un gran talento literario unido a la condición de persona tímida, modesta y nada presuntuosa. De esta forma podría resumirse lo que este miércoles se escuchó en la Biblioteca de Aragón sobre la figura del profesor, escritor y colaborador de HERALDO, Juan Marín, de cuyo fallecimiento se cumplirán cuatro años el próximo mes de abril.

La Asociación Aragonesa de Amigos del Libro convocó el acto de homenaje y Fernando Villacampa y Fernando Gracia lo pulieron. Eso sí, sin apenas protocolo. El primero prefirió hablar a través de los textos de su buen amigo, mientras que su compañero se remontó a los tiempos del instituto, donde se conocieron.  "Nos unió el cine –recordó–, me daba envidia porque era tan alto que entraba a las películas de mayores".

También intervino el catedrático emérito de Historia antigua  y exdirector de HERALDO, Guillermo Fatás. Bajo su dirección la firma de Juan Marín regresó al periódico tras una primera etapa a principios de los años 90. "Su inteligencia era muy especial –comentó–, fabricó un mundo que nos permitió compartir a los demás; tenía un don para hablar de las cosas serias que tratábamos en los editoriales en un tono que no sabría clasificar". "Sus columnas –concluyó Guillermo Fatás– deberían figurar entre las antologías de las mejores piezas de periodismo literario que se han escrito en Aragón en los últimos 50 años".

Desde Barcelona se acercó el escritor y médico Joaquín Callabed, buen amigo de Juan Marín, con el que coincidió en Zaragoza en su etapa de estudiante universitario. Su viuda, Pilar Buj, y su hijo, Jorge Marín, agradecieron el cariño de tantos buenos compañeros que asistieron al acto, como Eugenio Mateo, Ana Valdivieso, Rafael Castillejo, Javier Aguirre, Ángel Hernández Mostajo o José Luis de Arce. No pudo participar Fernando Aísa, que colaboró en la organización del homenaje, ya que ayer fue nombrado doctor honoris causa en Poitiers, aunque se leyó un texto suyo. En todo caso, hubo muchos más protagonistas y, sobre todo, tres: la Visi, Jorge el quiosquero y doña Coro, los personajes más conocidos de ese barrio que Juan Marín inventó para hablar de los problemas de Zaragoza.

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