Yann Leto se amansa... pero menos

Yann Leto (Burdeos, 1979), reside en Zaragoza desde hace años y hubo un tiempo en que fue el 'enfant terrible' de ARCO. Tras varios años sin acudir a la feria madrileña, después de su polémica instalación 'Congress Topless' (El congreso en pelotas), en la que participaba una bailarina de 'strip tease', el año pasado volvió a acudir a la cita, ya con un planteamiento más convencional. Vuelve también este año, igualmente en el estand de la galería T20, con cuadros de apariencia más clásica.

¿Se ha amansado Yann Leto? "No, qué va, sigo teniendo el mismo punto de vista sobre lo que debe ser el arte -asegura-. Por una parte podría pensarse que no me dejan ser como era, pero no es del todo cierto. Sí que es verdad que soy más cauteloso ahora que la galería ha conseguido que pueda volver a estar en ARCO. La feria consigue que seas mucho más visible como artista, y durante ella se hacen ventas que son imposibles en otros momentos del año. Pero, como artista, sé que hay momentos en los que uno debe dejarse llevar por lo que le pide el cuerpo, y otros en los que tienes que ser sensato. Al igual que en la vida misma".

Pero el sosiego viene más por motivos personales que por doblegarse ante las fuerzas vivas del arte contemporáneo. "Estoy viviendo una época especial -subraya el artista-. Hace unos meses estaba trabajando en Lanzarote, en el marco de una residencia artística, y allí, sin quererlo, sin presiones de ningún tipo, me encontré pintando paisajes. Hay un dicho francés que te anima a 'alcanzar lo natural y luego volver corriendo', y es en parte lo que me está ocurriendo. Por un lado, creo que tengo que centrarme en mi pintura, que no estaba evolucionando como quería, más que en las instalaciones, que quizá sean la faceta más conocida de mi trabajo. Y, por otro, dentro de la pintura, creo que necesito volver a lo más natural, a lo más básico". Pero Yann Leto sigue siendo Yann Leto. "Y en el momento en que vea una injusticia, el cuerpo me va a llevar a denunciarla", asegura.

Así hizo meses atrás, cuando recibió una multa de 5.000 euros por pintar una señal de tráfico cerca del puente de Santiago de Zaragoza. Sabía que merecía una sanción, pero la cifra le pareció exagerada y, como venganza, realizó un cuadro con un llamativo personaje central: el alcalde de Zaragoza, retratado, además, completamente desnudo.

En ARCO mostrará al público un par de piezas. Una de ellas es 'The round', un óleo sobre lienzo de 140 por 200 centímetros, protagonizado por dos boxeadores durante un combate. "Pertenece a una serie de 12 piezas (tantas como los asaltos de una pelea profesional) que me ha inspirado el boxeo. Es un mundo que ha captado mi interés por su estética, y en los últimos meses, para inspirarme, he ido con frecuencia a gimnasios especializados".

El otro cuadro es 'El accidente de Fiumicino', también óleo sobre lienzo, pero de 250 por 200 centímetros. "Me lo inspiró una fotografía que encontré en una revista que adquirí en un mercadillo. Es del accidente aéreo de un avión militar en el aeropuerto italiano de Fiumicino. No recuerdo muchos más datos sobre el suceso, pero  lo importante era la propia imagen. Me gusta mucho apropiarme de imágenes y darles otras alternativas y sentidos".

Desde hace unos meses, Leto tiene también un estudio en Madrid, y lo va a abrir al público este fin de semana dentro del programa Open Studio previo a ARCO. Tras la clausura de la feria madrileña se centrará en uno de los compromisos que tiene tras el verano: una exposición en el Instituto de Arte y Cultura Contemporáneos Pablo Serrano.