La sala fragatina Florida 135 celebra su 75 aniversario entre amigos y con un homenaje a la saga de los Arnau

Juan Arnau, en el centro, junto a su mujer, sus hijos y el DJ de Barbados Carl Cox.
La sala fragatina Florida 135 celebra su 75 aniversario entre amigos y con un homenaje a la saga de los Arnau
Florida 135

Florida 135 celebra este martes su 75 aniversario. La discoteca es la más longeva de España, al menos, bajo dos premisas, seguir en su emplazamiento original, Fraga, y además, dirigida por los mismos empresarios, la familia Arnau.

La fiesta tendrá dos objetivos, disfrutar entre amigos y recordar a los pioneros, entre ellos, al abuelo y al padre del actual propietario, Juan Arnau, del mismo nombre. El primero, junto a su mujer, fue el impulsor del cine Florida, que fue reconvertido en sala de fiestas y que consiguió atraer a conocidos artistas. De hecho, antes de consagrarse a la música electrónica, Florida 135 fue escenario de grandes orquestas, solistas y grupos de distinto género musical como Antonio Machín, Suzi Quatro, Demis Roussos, Hombres G o Joaquín Sabina.

Esta próxima medianoche, las luces de la discoteca volverán a encenderse y la música sonará de la mano de "un gran amigo", Vitalic. El francés, que es uno de los principales embajadores de la sala, ha preparado un directo. En la sesión también participarán otros artistas. Juan Arnau ocupará su lugar de siempre, frente a la puerta, "donde solía sentarme junto a mi padre con el deseo de disfrutar de las caras de asombro de aquellos que entraban por primera vez en nuestra casa", explica.

Familia emprendedora

A ello, desde mediados de los años 80, contribuye su original estética, que recrea la calle 135 del Bronx de Nueva York, y por supuesto, su apuesta por grandes referentes musicales. Otra de las claves del éxito está en su capacidad de adelantarse a los cambios. "Siempre hemos sido unos visionarios, sin miedo a salirnos de lo convencional y experimentar", señala Arnau, digno heredero de sus antepasados. De hecho, también su tatarabuelo, José Satorres, fue un pionero, creador de un cabaret, transformado en casino y después, en cine mudo.

Y el modelo sigue cambiando. A su juicio, las discotecas están llamadas a desaparecer y desde hace varios años, la familia Arnau ya apuesta por otro tipo de ocio. En 1993, crearon el Monegros Desert Festival, que podría volver tres años después de su desaparición, y ahora, están centrados en un proyecto, Elrow, donde prima la interacción con el público. Se trata de una fiesta de 8 horas, que forma parte de varios festivales y que ya ha recorrido 38 países. El espectáculo combina música con ‘performances’, hinchables, acrobacias y mucho confeti.

El nuevo negocio está dirigido por los hijos del empresario, Juan y Cruz. De su mano, la saga familiar continúa y además, sigue creciendo, "siempre con el mismo espíritu: hacer disfrutar a la gente". Por ello, y por su apego personal, mantienen abierta su casa, la Florida 135, aunque solo sea una vez al mes con las "nuevas hornadas" de la electrónica.

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