Boyer Tresaco, que así se presenta como artista Francisco Javier Tresaco, denuncia que varias de sus obras han sido plagiadas por Anne Imhof, la ganadora del León de Oro en la pasada edición de la Bienal de Venecia. Se trata de distintas ‘performances’ difundidas por revistas internacionales de arte y expuestas en lugares públicos y que esa alemana, nacida en Giessen en 1978 y que trabaja en Francfort, habría copiado añadiéndoles unas pequeñas alteraciones a lo largo de su carrera. Esta se inició en el año 2013 y alcanzó su mayor hito con su presencia en Venecia, con una instalación en el Pabellón de Alemania que deriva de sus trabajos anteriores.

Boyer Tresaco ha denunciado las apropiaciones visuales y conceptuales presentando un requerimiento notarial internacional y otro por vía consular ante la Fundación de la Bienal de Venecia, antes de seguir –afirma– por la vía judicial. «El hecho ha sido admitido ya explícitamente por los representantes de la dirección de Arte y Arquitectura de la Fundación de la Bienal, en la reunión que al efecto hemos mantenido en su sede de Venecia», asegura Boyer Tresaco, que acompaña su denuncia por un largo dosier que la corroboraría y en el que aparecen imágenes de las muchas coincidencias entre sus ‘performances’ y las de Anne Imhof.

«Poderosa e inquietante»

Imhof, una reconocida creadora alemana, fue premiada el pasado 13 de mayo con el León de Oro en una de las principales citas del circuito internacional del arte contemporáneo, por un trabajo titulado ‘Faust’, en el que decía tratar sobre el capitalismo, la sexualidad y la represión, y que, según añadió, estaba inspirado en la tragedia ‘Fausto’ de Goethe. El jurado de la Bienal, que estuvo presidido por el español Manuel Borja-Villel, elogió esa obra por su «poderosa e inquietante instalación, que suscita muchos interrogantes sobre nuestro tiempo». En ella, aparecían personajes vestidos de negro retorciéndose bajo jaulas de vidrio, mientras los visitantes caminaban sobre ellas en plataformas transparentes.

Francisco Javie Tresaco es natural de la provincia de Jaén, del año 52. Pronto se trasladó con su familia a Aragón, donde nacerían más adelante sus tres hijos. Es un artista singular: licenciado en Económicas y Empresariales, se dedicó a la investigación de mercados y a trabajar como auditor oficial de cuentas hasta que una experiencia traumática, con paro cardiorespiratorio incluido, le hizo replantearse su existencia y encaminarse hacia el arte. Únicamente había estado representado en una exposición colectiva en la galería zaragozana Fernando Latorre y, poco después, ya estaba participando en la feria madrileña Arco.

Lo que iba a ser un año sabático acabó como su consagración definitiva a la creación plástica. Dejó su actividad profesional, se retiró a un monasterio y permaneció casi aislado en una casa en el campo durante varios años. Últimamente vive y trabaja entre Madrid y Nueva York.