Pablo Gargallo, Miquel Viladrich, Gregorio López Raimundo o José Manuel Broto tienen algo en común. Son aragoneses y, a lo largo de toda su trayectoria vital, Cataluña ha desempeñado un importante papel en su vida o en su obra. Explorar las relaciones entre Aragón y Cataluña, a través de la industria, el comercio y la cultura pero, sobre todo, a partir de personajes destacados, es el objetivo de 'Dicen que hay tierras al este', muestra inaugurada ayer en el palacio de Sástago de Zaragoza.

La exposición, comisariada por el historiador Alberto Sabio, reúne obras de arte, ediciones, carteles, fotografías y objetos que han prestado más de 70 instituciones de todo el país.

«Esta exposición parte de una idea básica y es la necesidad que tenemos todos, especialmente en la situación actual, de pensar históricamente. Es una muestra que quiere ser un ámbito para la reflexión». La historia, la economía y la cultura que han unido a Aragón y Cataluña entre los siglos XVIII y XX, quedan expuestas con rigor y precisión en las salas del palacio zaragozano. Se articulan en 12 espacios temáticos, que van desde 'Integración y justicia social: liderazgos aragoneses durante la Transición en Cataluña' hasta  'Juntos en las dificultades'.

La muestra pretende ir "más allá del recalentamiento político actual -señala Sabio-. Un pequeño antídoto a todo esto es la Historia, que nosotros vemos como un espacio compartido, como un espacio de encuentro y no de división. Y hemos querido dar una visión de esas relaciones, con rigor y sin ingenuidad". En el recorrido se integran un montón de pequeñas y grandes sorpresas, como un retrato del general Ricardos pintado por Goya, un retrato pintado por Ramón Acín o un conjunto de fotografías de principios del siglo XX tomadas en distintos puntos de Aragón por miembros del Centro Excursionista de Cataluña.