La Comparsa de Gigantes y Cabezudos ocupa el paseo de la Independencia

HERALDO ha instalado 20 grandes cubos con estos personajes cuyo origen se remonta a los Sitios. Se cuenta su historia y hay además juegos y un espacio para selfis.

El universo de Cervantes y del Quijote está presente entre los Gigantes.
El universo de Cervantes y del Quijote está presente entre los Gigantes.
Guillermo Mestre

El paseo de la Independencia de Zaragoza amanecía ayer con una gozosa sorpresa: una exposición en 20 cubos de gran formato, organizada por HERALDO, de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos, que podrá verse en la calle hasta el 6 de octubre. Se trata de una exposición no solo para los niños sino para toda la familia de unos personajes entrañables y populares que forman parte del imaginario colectivo. El montaje quiere colaborar en el conocimiento de estas figuras que, de una manera u otra, tenían vinculación con la ciudad. Son personajes con historia y con leyenda, y se presentan mediante fotos, dibujos y elementos de diseño. A veces se reproduce algún cartel del Pilar cuando ellos protagonizaron aspectos del diseño o fueron el tema central.

Esta es la tercera exposición en la calle de HERALDO. En 2015, coincidiendo con su 120 aniversario, se exhibió una selección de portadas y el pasado año se mostraron los carteles premiados en las fiestas del Pilar. El paseante podrá ver ahora a los once cabezudos y a los doce gigantes. Cada cabezudo se explica en las cuatro caras de cada cubo y cada dos gigantes ocupan un cubo. Hay tres cubos genéricos con información, juegos de preguntas y un photocall para que la gente, mayores y niños, se haga selfis.

Antecedentes y evolución

La Comparsa se remonta, al menos, a la Guerra de los Sitios y en 1809 rindió pleitesía a las tropas del mariscal Suchet. Sería a partir de 1841 cuando se bautizaron los primeros cabezudos: eran Morico, Berrugón, Forano y Tuerto. Todos tienen una sucinta biografía, claro: Morico sería un criado del conde de Viñaza, residente en el Coso, negro y con botas de montar, procedente de Cuba y experto en el manejo de los caballos. El Forano, que acabará casándose con la Forana (sospechosa de haber tenido amoríos con Berrugón), sería "un paleto endomingado"; el Berrugón formó parte de la gestión del Ayuntamiento de Zaragoza y el Tuerto recuerda al doctor Melendo, de mal genio y objeto de burlas, llamado también "el rey de las colillas", aunque no fumase.

En 1867 el pintor, escultor y decorador Félix Oroz presentaba ocho cabezudos y ocho gigantes. Tras diversas incorporaciones, en 1903, la lista estaba integrada ya por Forano, Forana, Morico, Berrugón, Tuerto, Torero (que nació de un grabado de ‘La tauromaquia’ de Goya), Boticario y Robaculeros. En 1982, se incorporó la Pilara, inspirada en Pilar Lahuerta, vedete del Oasis que no lleva tacones pero sí diadema: "Soy la más elegante –y sexy– de la comparsa. ¿O no?", dice.

En 2013 nació Azutero, basado en Pedro Nadal, guarda del azud del Gállego, todo un homenaje al Royo del Rabal y a la jota, y en 2015 se integró en el grupo Serafina, la Cigarrera del Tubo, cuyo nombre verdadero era Herminia Martínez. Todos ellos en los paneles cuentan, en primera persona, su historia con ironía, osadía y buen humor y alguna dosis de picardía. Se desgranan muchos detalles y anécdotas del vestuario y de sus canciones.

Los gigantes representan a cuatro continentes del mundo: Asia, Europa, África y América; no está Oceanía. Son: el Rey (que alude a Jaime I el Conquistador), la Reina (sería Leonor de Castilla o Violante de Hungría), el Chino, la Negra, don Quijote y Dulcinea, el Duque y la Duquesa, Bearnés y Bearnesa, Palafox y Agustina de Aragón.

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