Imagínese que en una de esas carpetas que todo el mundo acumula en la estantería más oscura de la casa descansara una auténtica obra de arte con más de cinco siglos de antigüedad, y que estuviera esperando paciente a deshacerse del polvo para cambiarle la vida.

Algo así es lo que le ocurrió a un médico jubilado, residente en una localidad del interior de Francia, cuando la casa de subastas Tajan, en París, le anunció que entre los papeles que guardaba su padre se encontraba un supuesto Da Vinci, todavía desconocido por los expertos. La carpeta, heredada de su padre bibliófilo, contenía un estudio del martirio de San Sebastián, que recordaba a otros dibujos similares de Leonardo Da Vinci. Además, la obra había sido ejecutada por un artista zurdo, como lo fue el maestro renacentista.

La historia ha sido destapada por el diario estadounidense 'The New York Times'. Tras pasar el filtro de tres expertos en arte, podría estar confirmada la autenticidad de la obra, ubicada al comienzo de la etapa del artista en Milán, entre los años 1482 y 1485. Su valor estimado ronda los 15 millones de euros.