La actriz Gemma Cuervo (Barcelona, 1936) asegura que el film de Fernando Fernán Gómez 'El mundo sigue' (1963), en el que trabajó, que fue censurado por el régimen franquista y restaurado hace un año, era "la mejor película entre las películas mejores que el cine español tenía en ese momento".

Cuervo ha acudido este viernes a la presentación de la restauración y proyección de la cinta en la Filmoteca de la capital aragonesa, una actividad enmarcada en el Festival de Cine de Zaragoza que ha permitido que los espectadores conozcan esta obra, adaptación de la novela del mismo nombre de Juan Antonio de Zunzunegui, que retrata de forma cruda la sociedad española del momento y que solo se estrenó dos años después, en 1965, en un cine de Bilbao.

La actriz recuerda el rodaje, que fue "fascinante y fantástico" y que vivió "con una ilusión enorme" en un momento en el que se encontraba "en plena juventud, en plena ilusión profesional", aunque matiza que, a día de hoy, no la ha perdido, "ni muchísimo menos".

La película cuenta la historia de una familia en el Madrid de la época compuesta por un marido guardia municipal, su abnegada esposa, un hijo que no terminó el seminario y que se encuentra continuamente rezando y dos hijas que se profesan un odio cainita.

De ese trabajo rememora la lucha entre las dos hermanas del largometraje, una interpretada por ella misma y la otra por Lina Canalejas, quienes, aunque se pegaran en la pantalla, eran "compañeras estupendas".

Así, la censura que afectó a la cinta resultó un hecho "muy duro y castrante" para "un grupo fantástico de gente inteligente y preparada" que estaba "levantando el mundo de la cultura" con todo "el esfuerzo y la privacidad" que obligaba el momento.

Una censura que afectó directamente sobre Cuervo, quien asegura que cortó este hecho su carrera cinematográfica en un momento en el que se encontraba plena de energía "y ganas de hacer cosas maravillosas, bien hechas y especiales".

"Quería comerme el mundo, pero no para digerirlo yo sola, sino para que todos digiriésemos ese mundo encontrado, pero no fue posible", se lamenta la actriz que, no obstante, explica que el teatro y la televisión le permitieron equilibrar su balanza interpretativa.

"La estrenaron en Bilbao en un cine que no se sabía ni que era cine. No supimos nunca nada hasta que fue rescatada, hasta que un ángel del cielo (el hijo del productor ejecutivo, Juan Esterlich) que, con su empeño y amor a esta enorme y maravillosa película, está haciendo justicia con ella", asevera.

Precisamente, Esterlich llevó a cabo la restauración de la "película maldita" de Fernán Gómez el año pasado y, desde entonces, ya se ha podido disfrutar en varias ciudades españolas.