El coreógrafo y bailarín aragonés Víctor Ullate regresa este viernes y sábado “a mi casa” con el espectáculo ‘El amor brujo’, una producción de su compañía afincada en Madrid que cuenta entre sus bailarines principales con su hijo José Ullate y con Marlén Fuerte “mi musa actual”, y que se podrá ver en el Teatro Principal de Zaragoza este viernes y sábado.

Esta pieza, escrita por Falla a principios del siglo XX y de marcado carácter andaluz, es una revisión de la que Víctor Ullate estrenó hace ahora una década, aunque en esta ocasión se estrenan coreografía y vestuario y se lleva a cabo una apuesta musical rompedora con la inclusión de temas del grupo ‘In Slaugther Natives’. Cuenta la historia de Candela, una muchacha gitana, cuyo amor por Carmelo se ve atormentado por el espectro de su antiguo amante.

“Hay algunos momentos que he querido mantener, como ‘La danza del fuego’ y ‘La danza del terror’, pero hay una puesta en escena nueva sobre todo en esa parte en la que ella va a buscar a su marido al más allá y se encuentra con un horror en el que aparecen ángeles negros y murciélagos”, ha explicado Ullate en la presentación de la obra este jueves. Acerca del elenco que conforman una veintena de bailarines, ha subrayado que la mayoría han salido de su escuela, lo que constituye una de las principales señas de identidad de su compañía.

Víctor Ullate, que ha estado acompañado por el director de escena Eduardo Lao y el gerente del Teatro Principal Víctor López, ha tenido una mención especial para la que fuera su maestra María de Ávila. “Siempre le estaré agradecido de lo que hizo de mí y no sería lo que soy sin esos principios de amor y pasión por la danza que me transmitió”, ha dicho.  ‘El amor brujo’ se puede ver en el Teatro Principal este viernes y sábado, ambos días a las 20.30.

Víctor Ullate junto al director de su compañía, Eduardo Lao, y el gerente del Teatro Principal, Víctor López, han presentado este jueves la revisión de la pieza que estrenó el 28 de mayo de 1994 en la Maestranza de Sevilla.

Entre las escenas que son nuevas ha incidido que "van más allá, al mundo oscuro, con ángeles negros y murciélagos", y alguna de las cuales las imaginó cuando se realizaba unas pruebas médicas.

En el papel de Candela, estará la que ha calificado como "mi musa, que está fantástica en el rol principal", al igual que el resto del elenco de los que ha resaltado que han salido de su Escuela de Danza y que tienen lo que le ha querido aportar a la escuela española.

Además ha incidido en que la gente que va a ver a su compañía "siempre" destaca la calidad del conjunto en el que varios de sus bailarines pueden hacer "el papel de solista, y así crecen" porque tiene un elenco "cada vez más sólido y que se echa de menos en otras compañías".

Al respecto de la representación ha destacado el vestuario que ha diseñado con "sobriedad" María Araujo, porque el anterior tenía trajes que en su opinión tenían "tonalidades demasiado fuertes, a pesar de que eran una maravilla".

Otro aspecto destacado de esta nueva versión y que en Zaragoza no se podrá ver porque no cabe en el pequeño escenario del Teatro Principal, que ha puntualizado "es una joya", es el suelo de la escenografía y que está a la altura del Ballet de la Opera de París o del Bolshoi ruso.

Sobre sus inicios en la danza en la capital aragonesa y en el Teatro Principal, Ullate ha recordado que fueron con la gran maestra de la danza en España María de Ávila quien, ha dicho, "me dio su saber y a la que tengo que agradecer lo que hizo de mí y lo que soy". "Sin esos principios no hubiese sido nada. Me dio pasión y entrega", ha afirmado el bailarín.

Además, Zaragoza, ha rememorado con cierta nostalgia, le va a permitir reencontrarse con algunas de sus delicias culinarias y tendrá la oportunidad de comer "borrajas, ternasco o migas" o visitar algunos de sus establecimientos más emblemáticos.

Por su parte, el director de escena y también de la compañía, Eduardo Lao, que a pesar de haber nacido en Granada ha asegurado sentirse "de Canfranc, donde me crié", ha afirmado que están "encantados" de estar en Zaragoza porque es una ciudad en la que "se siente que la gente tiene pasión por la danza desde María de Ávila".