El Museo Diocesano renueva su discurso para explicar mejor la historia de Aragón

El Museo Diocesano de Zaragoza (Mudiz) renueva su orientación y contenidos cuando se cumplen cinco años de su inauguración. El Arzobispado de Zaragoza ha acuñado una etiqueta, Alma Mater (la ha dado de alta en el Registro Europeo de Patentes y Marcas) para envolver con ella todas sus actividades culturales. Así, el Mudiz es desde ahora el Alma Mater Museum, y se habla ya de Alma Mater Patrimonio, Identidad o Resiliarte, mientras se espera la llegada de Alma Mater Teatro y Tours. Programas todos ellos a caballo entre lo cultural y lo social.

"Es una nueva marca, un nuevo concepto cultural -señalaba Ernesto Meléndez, ecónomo diocesano-. La expresión significa literalmente ‘madre nutricia’, el punto donde todo comienza, y la hemos adoptado para apostar por un proyecto integrador, que aúne elementos como identidad, tradición o futuro. Queremos, además, que nuestro museo sea inclusivo, y por eso vamos a realizar actividades de arteterapia con colectivos que lo necesitan. Para ello, vamos a colaborar con entidades como el Hospital San Juan de Dios o el Proyecto Hombre".

El mascarón de proa del nuevo proyecto es el museo. Su director, Domingo Buesa, aseguraba que "este nuevo espacio pretende ser lugar de debate y de ilusión, un compromiso con nuestra cultura y con nosotros mismos. Nos hemos propuesto recuperar la memoria de las gentes que han construido Aragón, hemos querido revitalizar los espacios donde han vivido los Reyes. Los aragoneses nos podemos reencontrar a través de nuestro patrimonio. Y recuperar la ilusión".

Un programa social

El Alma Mater Museum, pues, vivirá su particular metamorfosis en los próximos meses. Aunque Buesa no precisó mucho el nuevo discurso expositivo, durante la presentación del proyecto se dieron suficientes pistas para vislumbrar cambios profundos. Cambios que apuntan en una dirección: se abandona la idea de un museo diocesano como simple expositor de importantes obras religiosas de la diócesis para adentrarse en el concepto de museo que explica la historia de Aragón a través de piezas destacadas. Todo ello, además, aprovechando que el centro se ubica en los restos del antiguo palacio de la Diputación del Reino. Así se explica, por ejemplo, que en el vídeo de presentación del proyecto tengan espacio los Sitios y Agustina de Aragón, o que en las visitas teatralizadas se cuente mucho con el personaje de Fernando el Católico. El cambio se verá al final del verano.

"El centro va a pasar de ser un museo diocesano a querer recuperar la identidad de Aragón -subrayaba Domingo Buesa-. Recompondremos todo el discurso del diocesano y lo readaptaremos a la historia de Aragón. En octubre recorreremos el museo con esta nueva reformulación, realizada además pensando en el visitante. Porque al ciudadano del siglo XXI hay que permitirle que protagonice el fenómeno cultural". Mientras, se ha preparado un amplio programa con más de 85 actividades que se desarrollarán durante los próximos meses y de las que podrá disfrutar todo tipo de público.

La mayoría de ellas se encuadra dentro del programa Alma Mater Resiliarte: desde visitas-taller para personas con problemas de degeneración cognitiva o actividades con colectivos como la Asociación de Autismo en Aragón o la ONCE. Alma Mater Patrimonio englobará todas las actuaciones en materia de patrimonio histórico, incluida la publicación insignia del arzobispado en este campo, ‘Aragonia Sacra’.

Un lienzo atribuido a Goya

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Para presentar todo este proyecto se han elegido dos exposiciones, y no es casualidad que una esté dedicada al arte antiguo y otra al contemporáneo. Dentro de la línea de recuperar las joyas de la diócesis, se ha elegido ‘El legado artístico del Real Seminario de San Carlos de Zaragoza’. "No hemos buscado reunir las piezas más espectaculares de sus fondos, sino seleccionar lo más útil para entender que en un recinto como el Seminario de San Carlos se ha construido también Aragón", subrayaba Domingo Buesa. En el espacio central de la muestra se ha querido recrear la rica biblioteca del seminario con algunos de sus tesoros bibliográficos.

Capítulo aparte merece la que quizá sea la pieza estelar de la muestra, un cuadro atribuido a Goya que se conserva en San Carlos. Se trata de la ‘Liberación de San Pedro de la cárcel’, óleo sobre lienzo de 89,3 por 62 centímetros que los especialistas consideran realizado en 1765 o 1766.

Los restauradores Carlos Barboza y Teresa Grasa, en la obra ‘Goya en el camino’, distribuida por entregas por HERALDO DE ARAGÓN en 1992, ya adelantaban que, a su juicio, se trataba de una obra del genio de Fuendetodos. Su idea, entonces, fue acogida con cierta frialdad por los historiadores del arte. Pero poco a poco se ha ido abriendo paso, y recientemente el historiador del arte Arturo Ansón ha asegurado que, a su juicio, se trata también de una obra de Goya.

La segunda exposición inaugurada es ‘La mirada del pintor’, de Natalio Bayo. El conjunto de las obras seleccionadas gira en torno a una gran sanguina que el artista aragonés ha realizado ex profeso para la muestra, ‘Manuscrito de Holbein encontrado en Zaragoza por Natalio Bayo en 2015’.