El número de marzo de la revista cultural cuatrimestral Turia rescata la obra poética del aragonés Jesús Moncada, una de las facetas menos conocidas de este novelista.

También las páginas de Turia redescubren a uno de los personajes más singulares y notorios del siglo XIX turolense: el escritor, profesor y político Manuel Polo y Peyrolón.

A través de un trabajo elaborado por Javier Barreiro, la revista ofrece la posibilidad de conocer más y mejor la labor creativa de Jesús Moncada (1941-2005).

Barreiro explica lo que supuso el hallazgo, en una librería de viejo, de un conjunto de poemas de Moncada publicados en 1961 bajo el nombre "Hoja mural de poesía para el pueblo".

El interior de la publicación es un desplegable con los dibujos intercalados entre los textos, dos poemas breves con los títulos de "Gaviota de la agonía" y "Gaviota del amigo", dos narraciones dialogadas que se pueden considerar como prosa poética, "Emboscada" y "Lilas", y diez composiciones cortas que Moncada enmarca bajo el título general de "Poemas" son el contenido de la publicación.

Según el análisis realizado por Barreiro para la revista, los textos de Moncada muestran "una poesía juvenil, profusa en melancolías, soledades y asonancias pero en la que ya se entrevé un uso estético del lenguaje. El simbolismo de las imágenes es muchas veces evidente y remite a otros poetas de la moderna tradición hispánica".

No obstante, en opinión de Barreiro, "con sus ingenuidades juveniles y el peso de su inadaptación pero también con su pureza expresiva, estos poemas son un elemento imprescindible para conocer la prehistoria poética de uno de los tres o cuatro más importantes narradores aragoneses del último medio siglo".

El artículo "Manuel Polo y Peyrolón: católico, carlista y costumbrista" aborda la figura de este escritor, profesor y político, caracterizado por su conservadurismo y catolicismo.

El autor del artículo, Francisco Lázaro Polo,destaca la faceta de educador de Polo y Peyrolón, que atacó siempre a los paladines de la coeducación o de lo que llama la "escuela bisexual".

Además, como ferviente católico, se manifestó en contra de la secularización de la enseñanza.

Defensor de tesis como la de que "es mejor un pueblo moral y virtuoso, aunque ignorante, que un pueblo culto e instruido", Polo y Peyrolón arremetió también con virulencia contra las nuevas teorías de la ciencia que imperaban en su tiempo, como el naturalismo o el darwinismo.