POLÉMICA

Sergi Centelles responde a Sinde: «El legado de mi padre no será cedido»

El hijo del fotógrafo se niega a que las instantáneas de Agustí Centelles en la Guerra Civil se trasladen a Cataluña. Las imágenes se encuentran en Salamanca y pertenecen al Ministerio de Cultura.

Instantánea de Agustí Centelles tomada en la Guerra Civil
Sergi Centelles responde a Sinde: «El legado de mi padre no será cedido»
A. CENTELLES/ HA

«El anexo del contrato que firmamos en su momento es bien claro: las fotografías no pueden ser transferidas a ninguna institución local ni autonómica. El legado de mi padre no será cedido». Así de tajante se mostró este martes en declaraciones a HERALDO Sergi Centelles, hijo del conocido fotógrafo de la Guerra Civil Agustí Centelles. Respondió así a la Ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, que dijo que el traspaso del legado fotográfico de Centelles a la Generalitat catalana dependerá de «la voluntad de los herederos».


¿Y por qué todo este revuelo? Resulta que el portavoz de CiU en el Congreso, Duran i Lleida, anunció el pasado 19 de julio la creación de un grupo de trabajo en la Comisión Bilateral Estado-Generalitat de Cataluña. El objetivo: negociar el traspaso a la Generalitat de unas 10.000 fotografías que Agustín Centelles hizo entre 1932 y 1939. Cinco días después, el consejero catalán de Cultura, Ferran Mascarrell, declaró en una entrevista a Efe que era «perfectamente posible» que el archivo fotográfico de Agustín Centelles volviese a Barcelona.


Dichas instantáneas pertenecen actualmente al Ministerio de Cultura y se encuentran en el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca. Entre ellas hay muchas de las milicias y las tropas republicanas en Aragón, en localidades como Belchite, Sariñena, Fuentes de Ebro, Biescas o Teruel.


La polémica por su ubicación tiene sus antecedentes. Tras la muerte de Centelles, sus instantáneas de la Guerra Civil fueron almacenadas por sus hijos, que las guardaban en un estudio fotográfico privado de Cataluña. El acuerdo entre Cultura y los herederos de Centelles se firmó a finales de 2009, aunque previamente habían negociado con instituciones catalanas para dejar allí el legado. «Pero no llegamos a ningún acuerdo. El problema fue cuando nos enteramos, el 11 de noviembre de 2009, de que la Generalitat tenía intención de declararlo Patrimonio Cultural de Cataluña y expropiárnoslo», declara Sergi Centelles. «Al día siguiente nos dirigimos al Ministerio de Cultura y llegamos a un acuerdo». Dicha transacción fue firmada por 700.000 euros y formalizada el 28 de diciembre.


Entre mediados de noviembre y finales de diciembre de 2009, los hijos de Agustí Centelles trasladaron los negativos de las fotografías a la casa de un conocido. «Lo hicimos porque temíamos que vinieran a por ellas los mossos d'esquadra», relata Sergi Centelles, aunque al final nada de eso ocurrió. «El consejero de Cultura de la Generalitat era Joan Manuel Tresserras y durante ese mes y medio no se dirigió a nosotros, ni siquiera intentó solucionarlo. ¿Pretenden hacerlo ahora?», se pregunta el hijo del fotoperiodista. Tras el revuelo de los últimos días, el Ministerio de Cultura tampoco se ha puesto en contacto con ellos para consultarles.


Según Sergi Centelles, el acuerdo con el ministerio incluía un anexo «que condicionaba la venta». Dicho apéndice dejaba claro que las imágenes serían almacenadas en Salamanca y que no podían ser cedidas a instituciones locales ni autonómicas.

Distintas versiones

En este punto es donde las versiones de Cultura y los hijos del fotoperiodista pueden diferir. Según Rogelio Blanco, director del Libro, Archivos y Bibliotecas (dependiente del ministerio), la intención de los Centelles no es vinculante. «Ellos enviaron un mandato notarial de voluntad cuando se produjo la venta», puntualiza Blanco. El director del Libro avisa de que «la venta ha sido al Gobierno de España y el espacio que abarca el Estado es el que es», aunque añade que «siempre hay que tener en cuenta una voluntad, y eso la Generalitat tendría que saberlo».


Por otro lado, la familia Centelles comunicó la semana pasada que el archivo publicitario del fotoperiodista, que es posterior a su exilio de España, será también depositado en Salamanca. Se trata en realidad de una polémica más sobre la ubicación de legados artísticos e históricos. Aún está sin resolver el de los 113 bienes religiosos aragoneses apropiados por Lérida y que reclaman las autoridades civiles y eclesiásticas aragonesas.