HISTORIA

Aragón, bien parado en el Códice Calixtino

El Códice Calixtino, robado en Santiago de Compostela, menciona en sus páginas varias localidades oscenses. Afortunadamente, el peregrino que lo escribió no debió sufrir mucho con los aragoneses, puesto que fue mucho más clemente que con vascos y navarros

Imagen del Códice Calixtino, antes de su desaparición.
Aragón, bien parado en el Códice Calixtino
EFE

Aymeric Picaud, monje del Poitou del siglo XII, conocía bien el Camino de Santiago. Y dio prueba de ello en su 'Guía del peregrino', que constituye el quinto y último libro del Códice Calixtino, recientemente desaparecido en Santiago de Compostela. Pero fue, en sus palabras, muy subjetivo y visceral. Algo muy grave debió ocurrirle a su paso por Navarra para que definiera a sus pobladores como «pueblo bárbaro, distinto de todos los demás en sus costumbres y naturaleza, colmado de maldades, oscuros de color, de aspecto innoble, malvado, perverso, pérfido, desleal y falso, lujurioso, borracho, agresivo, feroz y salvaje, duchos en toda suerte de violencias...». En el colmo de la exageración, llegó a escribir que «también usan los navarros de las bestias en impuros ayuntamientos, fornican incestuosamente al ganado»... Tremendas e injustas palabras.

¿Cita Aymeric Picaud a Aragón en su texto? Pues sí, pero, afortunadamente, de una forma mucho más amable. De los aragoneses no dice nada. Además, los datos que ofrece tienen una gran importancia, puesto que no hacen sino demostrar la importancia que en pleno siglo XII tenía la variante aragonesa de la Ruta Jacobea.

«Por eso el Códice Calixtino tiene importancia incluso para Aragón -subraya el historiador José Luis Ona, especialista en el Camino de Santiago-. Y es que, si no fuera por ese libro quinto, podría incluso dudarse de la existencia del Camino Aragonés. En el texto, Aymeric Picaud sitúa al Somport en pie de igualdad con Ibañeta. Conocemos varios relatos posteriores de peregrinos y ninguno pasó por Somport. Afortunadamente, parece que Picaud sí lo hizo».

¿Qué referencias ofreció? Escasas, pero importantes. En el capítulo 1 habla de cuatro itinerarios que confluyen en Puente la Reina, y uno de ellos pasa «por Saint- Gilles, Montpellier, Toulose y el Somport (el texto latino original habla de 'Portus Asperi', puerto de Aspe)». En el capítulo 2 se mencionan las tres jornadas de marcha que hay desde Somport a Puente la Reina. Y en el 3 se citan los pueblos: «primero está Borce, al pie del monte, en la parte de Gascuña; luego, cruzada la cima del monte, el Hospital de Santa Cristina; después está Canfranc; más tarde Jaca; luego Osturit (Astorito); después Tiermas, con sus baños reales, que fluyen calientes constantemente; luego Monreal; y por fin está Puente la Reina». Y en el capítulo 6 se dice que el río Aragón es «saludable». Pero casi lo más importante puede leerse en el capítulo 4, 'De los tres buenos edificios del mundo': «El Señor instituyó en este mundo tres columnas muy necesarias para el sostenimiento de sus pobres, a saber: el hospital de Jerusalén, el de Mont-Joux (en el Gran San Bernardo) y el de Santa Cristina, que está en el Somport. Estos tres hospitales están colocados en sitios de verdadera necesidad; son lugares santos, casas de Dios, reparación de los bienaventurados peregrinos, descanso de los necesitados, consuelo para los enfermos, salvación para los muertos y auxilio para los vivos».

«El Códice Calixtino es una prueba irrefutable de lo importante que era Santa Cristina de Somport en el siglo XII -concluye José Luis Ona-. Luego, por las evidencias arqueológicas, hemos descubierto que verdaderamente fue así. Incluso en el altar figuraba la leyenda 'Unum tribus mundi'».