MÚSICA

Un Roscón Rock sin canciones para protestar por la política de apoyo a los músicos de base

Los organizadores del festival dicen que las fricciones con el Ayuntamiento de Zaragoza les llevan a lanzar una jornada reivindicativa.

Un grupo prepara los instrumentos para tocar, en una imagen de archivo del Roscón Rock 2009
Un Roscón Rock sin canciones para protestar por la política de apoyo a los músicos de base
HERALDO

Como un jardín sin flores. Así se va a quedar la séptima edición del Roscón Rock, que se celebra este sábado en Zaragoza y que coincide un año más con la festividad de San Valero. Sus organizadores han solicitado a los 40 grupos participantes que acudan a las calles y plazas del centro con sus instrumentos, pero que no toquen o que, si lo hacen, «lo hagan de una manera que la música no sea inteligible», dijo ayer Carlos Morte, organizador del festival y miembro de la banda Segunda Piel.


El músico argumenta que la medida se toma como una forma de presión contra el Ayuntamiento ya que, según ellos, «a principios de la semana pasada llegamos a un acuerdo para mejorar ciertos aspectos de los músicos de base, pero después, y sin explicarnos por qué, declinaron su oferta».

Según el organizador, «las instituciones quieren silenciar las bases musicales de Aragón, así que hemos optado por que los grupos este año actúen en silencio». Morte indicó que las promesas de las que se desdijo el Ayuntamiento de Zaragoza son las siguientes: «Recuperar los centros cívicos, donde antes los grupos de base actuaban los sábados y se les pagaba, volver a celebrar el ciclo Muévete y otras medidas que hubieran servido para apoyar a los músicos de la base».


Entre el silencio y el ruido

El Roscón Rock siempre ha contado con el visto bueno del Consistorio, que cede gratuitamente los espacios y las tomas de corriente correspondientes, aunque desde la organización del Roscón Rock se señala que los músicos tampoco cobran. Este sábado, los grupos, entre los que estarán Devoraos, Bajo la Escalera, A Cuadros o Zaska!, entre otros, tendrán dos posibilidades para hacer ver su protesta: simular que tocan los instrumentos sin que suenen o añadirle «algún tipo de ruido», añadió Carlos Morte. Sergio Falces, de la revista digital Aragón Musical, mostró su apoyo a la protesta y señaló que «puede servir para mejorar las condiciones de los músicos de base».


Las reivindicaciones de la organización del Roscón Rock van más allá y Morte criticó que «las salas, a nivel general, no valoren el trabajo de los músicos de base y solo miren por su propio negocio», así como que «no se tomen medidas para facilitar el acceso a los conciertos a los menores de edad». El intérprete también reclamó que la televisión autonómica «apueste por la música que se hace en esta tierra», y propuso «un programa de una hora con música en directo». El organizador del Roscón Rock avisó de que «es nuestra intención seguir dando guerra, incordiando, no caer bien allá donde protestemos y sonrojar a aquellos que creemos que están obrando mal».


Es la primera vez que se toma una medida así en un Roscón Rock, festival que nació en 2005 y con el que grupos aragoneses poco conocidos toman las calles y plazas del centro de la ciudad para tocar. Este año, las bandas estarán entre las 11.30 y las 14.00 en las plazas de Ariño y José Sinués. La jornada de protesta se trasladará a las 18.00 al paseo de la Independencia. Donde sí sonará la música correctamente será en el The Cavern, pub zaragozano en el que se dará por terminada la jornada, a las 22.00, con un concierto gratuito.