ARTE

Florida estrena un gran museo dedicado a Dalí

El nuevo edificio, que fue inaugurado ayer por la infanta Cristina, preservará 96 óleos del pintor que habían estado instalados en una sede provisional desde el año 1982.

La infanta Cristina corta la cinta inaugural en presencia de Hank Hine (a su izquierda).
Florida estrena un gran museo dedicado a Dalí
GERARDO MORA/EFE

La magia del surrealismo marcó ayer la inauguración, en la ciudad estadounidense de Saint Petersburg, en Florida, del nuevo Museo Dalí, que reúne la colección más importante del genial pintor catalán fuera de España y demuestra la trascendencia de su legado artístico.

"Este nuevo museo refuerza la vinculación cultural entre España y Estados Unidos y confirma la trascendencia internacional del legado de Dalí", afirmó la infanta Cristina en la inauguración de la nueva sede, construida porque la anterior no reunía condiciones para albergar una colección tan importante.

La apertura oficial tuvo lugar a las 11.11 de ayer, día 11 de enero de 2011 (11-1-11), una fecha elegida para simbolizar el enigma del genio y la creatividad de Dalí. Las fantasías del artista impregnaron los actos de inauguración por medio de un vistoso pasacalles desde el antiguo museo, distante apenas unos centenares de metros, hasta el nuevo, con los símbolos que mejor representan al pintor del surrealismo.

Bigotes dalinianos, máscaras y coloridos trajes desfilaron en una fanfarria de imaginación hacia la nueva sede de la colección de arte, que se ha convertido en uno de los principales atractivos culturales de Florida.

"Este es un museo de prestigio internacional que acerca a Dalí al mundo", señaló la infanta Cristina, que es también miembro de honor de la Fundación Gala Salvador Dalí de Figueras (Gerona) y que estuvo acompañada de su esposo, Iñaki Urdangarín.

El director del museo, Hank Hine, recordó cómo el proyecto de construcción del edificio comenzó hace 14 años para preservar la colección de 96 óleos, que estuvieron instalados en una sede provisional desde 1982. Estas pinturas fueron donadas por el matrimonio formado por Reynold y Eleanor Morse, quienes fueron muy amigos del artista y durante años acumularon la que se considera la mayor colección de obras de Dalí fuera de España.

Una construcción singular

El inmueble, cuyo arquitecto es Yann Weymouth, combina lo racional con lo fantástico: el hormigón capaz de resistir los vientos huracanados de Florida, con vidrios y formas que responden al enigma del surrealismo de Dalí.

Lo más llamativo de su interior es una escalera helicoidal que representa la fascinación del artista por las espirales y las dobles hélices de las moléculas del ADN. Un conjunto de cristal envuelve el exterior del recio edificio, construido a prueba de los huracanes que suelen asolar Florida.

En el primer piso se ubica un teatro con aforo para un centenar de personas, mientras que el segundo piso está dedicado a los artistas de vanguardia, con un centro que pretende atraer a las diferentes corrientes de la pintura mundial para buscar innovadoras tendencias plásticas. Desde el tercer piso se contemplan los jardines que rodean el museo y una catarata a través del atrio de vidrio.