PATINAJE SOBRE HIELO

La Cenicienta pierde su patín en Zaragoza

Este espectáculo sobre hielo, en el que participan varios campeones del mundo, llega al Palacio de Congresos de la Expo.

La Cenicienta y su príncipe, ayer en la plaza del Pilar.
La Cenicienta pierde su patín en Zaragoza
OLIVER DUCH

La Cenicienta rusa cambió sus zapatos de cristal por un par de patines y pidió a sus tres hadas madrinas que transformaran su carroza en un campeonato del mundo junior de patinaje artístico sobre hielo. Ahora, Olga Shaturenko -así se llama la estrella del espectáculo- ha perdido un patín en Zaragoza, donde actuará desde el 28 de diciembre al 1 de enero. Y, como no podía ser de otra forma, su príncipe buscará a la dueña del botín en un palacio, el de Congresos de la Expo, que durante cuatro días se convertirá en una enorme pista de hielo.


Ayer, la protagonista, el príncipe y otros tres patinadores se acercaron hasta la pista de hielo de la plaza del Pilar, donde ofrecieron un breve anticipo de las piruetas, brincos y acrobacias que son capaces de inventar en 'La Cenicienta sobre hielo'. La función comenzó algo más tarde de lo previsto, para lamento de las varias decenas de escolares que, tan solo unos minutos antes, habían probado el resbaladizo pavimento con menos de maestría que los artistas rusos. Su profesor, no sin trabajo, consiguió arrastrar a todos sus alumnos de vuelta al colegio, donde les esperaban las 'Mates' y la Biología.


Tras la espantada infantil, solo la música consiguió volver a reunir a un buen número de espectadores, boquiabiertos ante los trazos imposibles de las cuchillas rusas. Incluso el portal de Belén que adorna los aledaños de la Basílica cedió su protagonismo durante unos minutos a tan atípico espectáculo. La protagonista, por supuesto, la princesa del cuento. "Nos ha gustado mucho Cenicienta porque bailaba mejor que los chicos", aseguraban Paula y Julia, dos pequeñas que acudieron a la pista de hielo con Mari Carmen Rubio.


Otros, más exigentes, reprochaban a sus padres su falta de habilidad. "Mi hijo me ha preguntado que por qué su padre y yo no sabíamos hacer esas cosas", reía Marta Martínez, quien se enteró de la cita con Cenicienta a través de las redes sociales. Al niño en cuestión, Rubén, de solo dos años, le gustaron más las piruetas de los primeros personajes, un trío masculino que hizo las delicias de la chiquillería, que el romántico baile de los protagonistas. Su hermana Nuria, algo más mayor, se negaba a regresar a casa sin hacerse una foto con Cenicienta. Ni siquiera hizo falta la intervención de las hadas madrinas, ya que la artista rusa accedió a posar con la pequeña, que vio cómo el destello del flash cumplía su primer deseo navideño.


Su siguiente regalo, se lo dejó claro a toda su familia y pronto se lo trasladará a Papa Noel. "Quiero que vayamos a ver el cuento entero", le pedía a su madre, quien tendrá la oportunidad -o la obligación- de llevarla a cualquiera de las seis funciones que la compañía representará en Zaragoza: el martes 28, a las 20.00; miércoles 29 y jueves 30, a las 17.00 y las 21.00; y el sábado 1 de enero, a las 19.00.


Las entradas -entre 30 y 45 euros- se pueden adquirir en 'Caitickets' y en las taquillas del Palacio de Congresos, que se convertirá en el escenario de un espectáculo avalado por el currículum de los artistas. Junto a la Cenicienta y su candidato a Zar de cuento han llegado una veintena de patinadores de la compañía The Imperial Ice Stars, quienes atesoran la friolera de más de 250 medallas en Mundiales, Europeos y otras competiciones de elite.


Algunos de los personajes de 'La Cenicienta sobre hielo' -coreografiada por Tony Mercer- incluso coronaron el Everest del patinaje artístico antes de cambiar los torneos internacionales por la fantasía. Es el caso de Evgeny Platov, doble medallista olímpico y cuatro veces campeón del mundo, o el de los mejores patinadores del planeta en 2009, Albena Denkoba y Maxum Staviski.


"No solo es un cuento para niños, sino también una increíble historia de amor de la que pueden disfrutar los adultos", asegura Laura Marchesi, responsable de una gira que ya ha conquistado los cinco continentes. "Además, esta obra de teatro sobre hielo tiene una interpretación particular", continúa. ¿Y se puede saber cuál es? Marchesi no se lo piensa: "Tendrán que venir a verlo".