Blog - Tinta de Hemeroteca

por Mariano García

CARMEN POSADAS

"Todos necesitamos el fracaso: es algo que nos hace mucho más humanos"

La autora de 'Invitación a un asesinato', novela de intriga con mucho humor, participó ayer en el Club de Lectura del Ámbito Cultural.

Carmen Posadas, ayer, poco antes de participar en el Club de Lectura.
"Todos necesitamos el fracaso: es algo que nos hace mucho más humanos"
OLIVER DUCH

A Carmen Posadas (Montevideo, 1953) solo se le ha empezado a tomar en serio como escritora hace unos años. Ella misma reconoce que su físico, su matrimonio con el que fuera gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, ya fallecido, "me quitaron bastante credibilidad". Ha tenido que recorrer todos los géneros, desde la literatura infantil al teatro; publicar en más de cuarenta países; y ser elegida por 'Newsweek' como una de las autoras latinoamericanas más importantes de su generación, para que se la juzgue por lo que es: una escritora que busca la complicidad y la sonrisa del lector.


"En España el humor siempre ha sido considerado como algo de segunda clase en la literatura, y eso que la gran novela española de todos los tiempos, el 'Quijote', está llena de humor. Pero yo he tenido suerte porque los lectores han entendido mi propuesta". Una propuesta que ha llevado a sus últimas consecuencias. En el fondo, todas las novelas de Carmen Posadas, incluida la última, 'Invitación a un asesinato', de ribetes policiacos, son obras divertidas, irónicas, caústicas...


"Mi vida es de montaña rusa"

"El humor te ayuda a distanciarte de las cosas de las que hablas -asegura-. Para mí es un ingrediente imprescindible en todo lo que hago. Una vez escribí una novela rosa, que publiqué con seudónimo, y fue una tortura. Lo pasé fatal, porque es un género en el que el humor no cabe".


Carmen Posadas participó ayer en el Club de Lectura de Ámbito Cultural del Corte Inglés. 'Invitación a un asesinato' es una novela policiaca que gira en torno a una mujer que convoca sus peores enemigos para que la asesinen, y que luego deja una serie de pistas para que su hermana adivine quién ha sido. "Quería hacer una historia de rivalidad entre hermanas, porque los hermanos son las primeras personas con las que nos comparamos en la vida. Hoy todo es rivalidad, todo el mundo compite con todo el mundo: en los negocios, en el amor, en el trabajo... incluso compiten los niños por lograr el cariño de sus padres".


Hay humor, sí, pero también temas serios, incluso duros. "Todas las novelas policiacas admiten una doble lectura -reconoce Posadas-. Se pueden leer como una historia de intriga más, y es ahí donde yo intento ser coherente, encajar los flecos de la historia como si fueran piezas de un reloj, y que el final sea a la vez sorprendente y verosímil. Y se pueden leer como algo más. Una novela policiaca es un instrumento utilísimo para retratar la sociedad de tu tiempo, para hacer el muestrario de los valores, o de la falta de valores, de la sociedad. Y por eso en este libro se habla de eutanasia, de niños robados, de adopciones que fracasan... de temas que están ahí, en la calle. Tanto lo están, que yo, sin saberlo, me inventé una clínica que realizaba adopciones ilegales y la ubiqué en el paseo de la Habana de Madrid, donde al parecer hubo hace años algún caso de este tipo".


La escritora, que cree en la necesidad de la existencia de reglas ortográficas, "pero sin generar confusión, asegura que ha tenido una "vida de montaña rusa, con subidas y bajadas, como la vida de cualquier diplomático (lo fue su padre). Pero así es y así debe ser la vida. La gente que no conoce el fracaso está mirándose todo el rato el ombligo y al final se vuelve muy egoísta. Todos necesitamos el fracaso, porque nos hace mucho más humanos".