PREMIO NACIONAL DE CÓMIC

"El arte de volar' salió de una actitud desesperada, pensé que acabaría en un cajón"

El guionista zaragozano Antonio Altarriba y el dibujante Kim, Premio Nacional de Cómic. La obra narra las penurias de la España del XX a través de la vida del padre del autor.

El arte de volar.
"El arte de volar' salió de una actitud desesperada, pensé que acabaría en un cajón"

Resulta que una historia salida de la desesperación, destinada, según su autor, a "acabar en un cajón", ha terminado galardonada con el Premio Nacional de Cómic. La novela gráfica 'El arte de volar', con guión de Antonio Altarriba (Zaragoza, 1952) y dibujada por Kim (Barcelona, 1941) se hizo ayer con el galardón que concede el Ministerio de Cultura, dotado con 20.000 euros. El fallo fue fruto de una reunión que, según explicó la ministra Ángeles González Sinde al propio Altarriba, "apenas duró dos minutos".


Es el colofón a la excelente acogida de un libro que se ha llevado infinidad de premios (el primero, en Zaragoza, el Cálamo, al que siguieron el Nacional de Cómic de Cataluña y el de mejor obra española del Salón del Cómic de Barcelona), así como el aplauso de la crítica y el público. "No me gusta dar nada por hecho", decía ayer Altarriba nada más enterarse de un reconocimiento que el mundillo del cómic consideró "merecidísimo y cantado".


La obra narra las penurias de la España del siglo XX a través de la vida de su padre, desde su infancia en los campos aragoneses en 1918, pasando por la emigración a la ciudad, la Guerra Civil, los campos de concentración en Francia, la resistencia, la España 'gris' de los 50 hasta terminar en la transición democrática. "Empecé casi desde una actitud desesperada, a raíz del suicidio de mi padre. Era un momento muy difícil, ni siquiera estaba seguro de que se fuera a publicar o de que alguien pudiera dibujarlo, era algo muy personal, muy hondo y muy largo", explicó.


Buena conexión

Los ánimos del editor Paco Camarasa, de Ediciones de Ponent, y un encuentro con el dibujante Kim en Vitoria (donde Altarriba vive y es catedrático de Filología Francesa en la Universidad del País Vasco) pusieron en marcha el proyecto: "Yo sabía que Kim, aunque para el gran público era conocido casi exclusivamente por el personaje de 'Martínez el facha' en 'El jueves', era mucho más. Sabía que tenía un registro realista. Cuando lo conocí, yo ya tenía escrito medio guión. Conectamos muy bien en lo personal: somos de la misma quinta y su padre también había sufrido la represión franquista".


"Lo único que le pedí a Altarriba y al editor fue que no me metieran prisa", recordaba ayer Kim. Y Altarriba y el editor se lo dieron. "Cuatro años ha tardado Kim en terminar la obra, eso da idea de lo que confiaba en el proyecto", confesaba Paco Camarasa, quien calificó el tándem entre Altarriba y Kim como "de relojería". "Hemos logrado que un guión catártico acabe en manos de alguien que ha sabido transmitirlo", añadió.


Efectivamente, Altarriba es el primer sorprendido de que un libro que "no sabía si iba a acabar en un cajón, que sirvió para aliviarme de tantos dolores, haya acabado siendo un éxito". De hecho, la novela gráfica se publicó en una edición numerada, de tan solo 1.000 ejemplares, pensada para un "público adulto", pero se desbordaron todas la previsiones.


Estudioso y divulgador

Altarriba, además de autor, es un estudioso del cómic. Su tesis doctoral versó sobre esta materia, a la que se ha acercado de manera científica y divulgativa. Junto a otro aragonés, José María Conget, es uno de los referentes del tebeo en España, donde, a su juicio, "aún se considera un producto infantil, relacionado con el entretenimiento para la evasión, con el humor". Aunque es optimista: "Los últimos diez años han surgido, gracias al talento de los autores y a buenos editores, un puñado de obras de gran relevancia, aunque aún se tiene que hacer mucho por el reconocimiento del género", continuó Altarriba, quien señaló que un camino sería que los cómics "entraran en las librerías de carácter general, no solo en las especializadas".


"El cómic tiene una capacidad de narrar impactante y directa, encierra muchas sorpresas. Para mí es uno de los medios emergentes, tiene un buen futuro", auguró.