ANTONIO BALLESTÍN

''Mi estilo es una mezcla de influencias''

Con Bitácora estrena hoy en el Auditorio como telonero sus nuevas composiciones y arreglos de temas antiguos.

Antonio Ballestín ante el piano en el que ha ensayado.
''Mi estilo es una mezcla de influencias''
JOSé MIGUEL MARCO

"Satisfecho, nervioso, comprometido y con mucha responsabilidad". De estos adjetivos tira el pianista, compositor y arreglista zaragozano Antonio Ballestín Liarte (1977) para describir cómo se siente horas antes de salir al escenario de la sala Multiusos de Zaragoza (21.00) junto a los otros seis "amigos y buenos músicos" que se han reunido en el septeto jazzístico Bitácora. Lo que tiene de especial es un repertorio que lleva la firma de este aragonés, afincado en Holanda, con temas nuevos que ha compuesto tras su paso por la Codarts University for the Arts de Róterdam y otros antiguos a los que ha dado una vuelta de tuerca.


"Creo que no estoy inventando nada nuevo, mi estilo es una mezcla de influencias. Me gustan desde Prokófiev y Falla hasta Pat Metheny y María Scheneider, y tengo referencias como Joan Albert Amargós y Miguel Ángel Remiro". Así responde cuando se le pregunta por su actual trabajo ante los pentagramas en blanco. Tras obtener el título de Bachelor el pasado mayo, el Gobierno holandés le ha concedido una beca para realizar un máster de composición orientado a la música contemporánea y el folclore.


"El jazz se puede renovar desde la música contemporánea y la popular, hay que romper la forma jazzística con técnicas contemporáneas, con la instrumentación", dice. Y algo de eso se podrá escuchar en temas que va a estrenar como 'Luces del norte', "que tiene que ver más con el rock progresivo de los años 60; 'Ambar', "una especie de balada dedicada a esa luz especial de los bares holandeses y 'Gótica', para el que no hacen falta explicaciones. Otros son arreglos de composiciones anteriores, 'Can rigol', 'Campana de los perdidos', 'Cierzo' y 'Miniatura', un material "al que al principio me enfrenté con desconfianza, aunque luego vií que había posibilidades de convertirlo en algo más sofisticado y arriesgar", reconoce.


Antonio Ballestín está decidido a intentar por ahora lanzar su carrera desde Holanda, aunque quiere seguir vincualdo a esta nueva etapa de Bitácora Septet, cuyas bases se sentaron ya en 2003. "En España no hay mucho mercado para un compositor a pesar de que hay gente muy buena", opina. Ya tiene algunos encargos entre manos, una obra para la violinista aragonesa Alma Olite, otra para el cuarteto de guitarras Terpsicore, algo de hip-hop para Holanda y un proyecto para cine y teatro que está cerrando.