CINE

Escenas para ciegos, diálogos para sordos

Los espectadores con problemas para ver y oír se muestran encantados con la obra adaptada que se representa estos días en el Teatro del Mercado. La incorporación de los requisitos técnicos no encarece mucho el coste de la producción.

Casanova se coloca el auricular para la audiodescripción.
Escenas para ciegos, diálogos para sordos
O. DUCH

El único atrezzo real que se utiliza en la obra es un periódico, una bolsa de plástico, una banqueta, un petate blanco y una piedra. El resto de objetos son imaginarios? Solo son reales dos personajes: Rashid, interpretado por Sascha Montenegro, y Berni, interpretado por Sergio Lanza. Rashid es alto y tiene un poblado bigote. Viste pantalón?". Estas son algunas de las primeras explicaciones sobre la obra 'Tiempos violentos lugares' que escuchan en la audiodescripción los espectadores discapacitados visuales que estos días se sientan en el Teatro del Mercado de la capital aragonesa.

Mientras, en la cabina de sonido, Violeta Fatás, guionista de audiodescripción y subtituladora (especialización que estudió en un postgrado propio de la Universidad de Granada) maneja el ordenador en la semioscuridad introduciendo los 'bocadillos' de texto para ciegos y los subtítulos semiliterales para sordos. Estos últimos se pueden leer en el escenario. Gracias a un software especial se proyectan en la pantalla situada en la parte superior del decorado, integrados en esa suerte de caja gigante vacía que simula los dos pisos que pared con pared comparten los protagonistas. Cuando Rashid suelta un monólogo en árabe para explicar cómo emigró a España, la mayoría del público lee la traducción.

Estos avances técnicos y otros sistemas, como algunos programas en braille y el bucle magnético portátil que se ha instalado en la sala en beneficio de las personas con audífono e implante coclear, convierten este montaje de la compañía aragonesa Ocioimagen en una oferta cultural concebida para que pueda disfrutarla plenamente todo tipo de público sin distinción. Además, hay animaciones en 2D que incluyen onomatopeyas.

Quienes estos días se han acercado al Mercado para probar esta obra accesible se muestran encantados con la iniciativa.

"Te sientes un espectador más"

"Siempre que vamos al cine o al teatro tenemos que tirar de nuestros acompañantes para que nos vayan relatando lo que ocurre cuando hay silencios, y eso nos obliga también a situarnos normalmente en butacas retiradas del resto de público para no molestar. De esta forma podemos seguir perfectamente el guión y lo que hace cada personaje", explica el jefe de los servicios sociales para afiliados de la ONCE en Aragón, Miguel Ángel Casanova, que el miércoles fue con un grupo de amigos. Tanto para él como para María del Carmen Bolunburu este fue el primer espectáculo teatral "en el que nos hemos sentido un espectador más", recalcan.

En los cines Renoir se han llevado a cabo algunas experiencias que incorporan a la película explicaciones intercaladas que describen las imágenes sin interferir en las conversaciones. La ONCE dispone de un fondo de más de 300 filmes y en deuvedé salen títulos tan actuales como 'Que se mueran los feos'.

Miguel Ángel Casanova aboga porque "cunda" el ejemplo, y esta accesibilidad "se generalice, ya que no ofrece excesiva complejidad y muchas veces es una cuestión de voluntad". Carmen Bolunburu, que acudió con una persona con pequeñas dificultades para escuchar completamente bien, también valoró que "gracias a los subtítulos ha podido seguir perfectamente las charlas cuando un actor hablaba en tono muy bajo".

Los técnicos también hacen una valoración positiva. La técnico de rehabilitación de la ONCE, María Jesús Bellón, destacaba que al utilizar para la audiodescripción un único auricular "se facilita que la gente esté integrada con el resto de personas y oiga lo que ocurre a su alrededor, porque hay sistemas que te aíslan". Ella es capaz de seguir al mismo tiempo la representación normal y con audiodescripción, pero a ratos cerraba los ojos para meterse mejor en el papel de un ciego total. En su opinión, un fallo es que las animaciones en 2D no se comentan.

"Los costes no son excesivos"

El actor zaragozano Sascha Montenegro, responsable del texto de la obra y coprotagonista, recalca que la incorporación de los requisitos técnicos para hacer accesible este espectáculo no suponen un excesivo encarecimiento de la producción. "Para la audiodescripción basta con un MP3 y el equipo para unas 12 personas viene a costar unos 1.200 euros. Se necesita un proyector de 400 euros, un ordenador portátil de 300 y un cable, además, lógicamente, del profesional que adapta los guiones y controla su incorporación", resume Montenegro.

Violeta Fatás espera que con la nueva Ley General Audiovisual, que obliga a subtitular un determinado número de programas televisivos, esta accesibilidad vaya a más. Se trata de subtitulados para sordos muy especiales, con textos coloreados "para poder distinguir a los distintos personajes" que también incorporan ruidos, gritos, tonos de voz... En escena Berni contesta la llamada por móvil de su ex novia "(imitando acento cubano)" especifica el subtitulado. Algo tan sencillo lo agradecerían miles de espectadores.