El bailarín Miguel Ángel Berna prepara ya lo que, dice, será uno de los últimos espectáculos que pondrá en escena en Zaragoza, una "interpretación" personal de lo que él ha entendido que es la jota y en el que habrá "un poco de todo", desde la esencia de las jotas tradicionales a sus últimos trabajos.

'Berna se escribe con jota' es una recopilación de los 34 años que este zaragozano lleva en el mundo del baile, al que llegó con 8 años y con el que ha recorrido las principales ciudades del mundo, desde Japón a Nueva York, México o París, participado en más de mil espectáculos y con el que ha vivido críticas y envidias.

En una comparecencia ante los medios de comunicación, Berna ha repasado sus éxitos y fracasos en un mundo, el de la jota, en el que él "haciendo cosas normales" se ha convertido en un "espécimen raro" porque no baila con el cachirulo atado a la cabeza ni con calzones, sino vestido de negro, con pantalón largo y ahora con un talismán, una joya que representa a San Jorge, patrón de Aragón, que le ha diseñado una joyería específicamente para él.

Extraído de una crítica que le hicieron en Jaén, en su nuevo espectáculo, que pondrá en escena en el Teatro Principal de Zaragoza del 9 al 19 de diciembre, ha querido reflejar a través de su individualidad lo que "la gente sentía" cuando contemplaba el audiovisual dirigido por Carlos Saura que se proyectaba en el Pabellón de Aragón durante la Exposición Internacional de 2008.

Ha reconocido que le está costando mucho prepararlo porque le ha hecho retroceder a los 8 años, recordar sus vivencias y saber qué es la jota, un folclore que "no ha crecido" porque "se cantan y bailan los mismos estilos que hace 50, 60 ó 70 años" pero que le ha dejado los valores de "sacrificio y esfuerzo".

Apoyado con un audiovisual, con música en directo de los compositores Alberto Artigas y Joaquín Pardinilla y con el cuerpo de baile del Grupo Nobleza Baturra, en el espectáculo "va ha haber un poco de todo" porque, ha dicho, le interesa recuperar su esencia con jotas tradicionales y otras más cercanas a lo que se vio en el Pabellón de Aragón y "cosas más puristas".

Se trata de un programa "sobrio", de aproximadamente una hora y cuarto de duración, "corto pero intenso", que contará con sorpresas e invitados que, de momento, no ha querido desvelar, porque quiere que los espectadores vayan a verlo "sin perjuicios".

También incluirá un pequeño homenaje al recientemente fallecido cantautor, político y escritor José Antonio Labordeta, pero sobre todo a su familia.

Con motivo de este nuevo espectáculo, también se editará un libro en el que se sintetiza lo que al bailarín le ha pasado y vivido desde los 8 años, un CD con la música de la obra, un DVD y un documental en el qué se explica quién es y a dónde va.

Según ha dejado entrever en su comparecencia, Berna, con 42 años cumplidos, querría retirarse, porque la jota es un baile energético con el que cada vez se cansa más y que además combina con sus clases en la escuela de danza, pero le preocupa "mirar atrás y no ver a nadie".

Si sigue, ha dicho, es por "el cariño y el apoyo de la gente".

De momento, la compañía de Miguel Ángel Berna llevará el nombre de Zaragoza y Aragón hasta Tel Aviv, los próximos 10 y 12 de octubre, con el espectáculo Goya.

Se trata del Festival Tel Aviv Dance 2010 que se celebrará en la Ópera de la capital israelí, y al que acudirán, según ha citado Berna de un reportaje, "las nueve mejores compañías del mundo", entre ella la Compañía Nacional de Danza.