Yann Tiersen actuará en la Oasis el próximo 20 de noviembre

No es nuevo en la plaza, pero Yann Tiersen es uno de esos artistas que se ha ganado a pulso la opción de visitar con periodicidad alta una misma plaza y recibir cada vez el cariño del público. Conscientes de tal cosa los promotores y el interfecto, el escenario de la Oasis volverá a presentar a Tiersen el próximo 20 de noviembre, de la mano de ZZ Producciones. Las entradas saldrán a la venta en breve.

El autor de la banda sonora de 'Amelie' -ha hecho más cosas, como 'Good Bye Lenin', pero es legítimo presentarlo así- llenó la Oasis en 2007 y formó parte del cartel pilarista en 2002, con una excelente acogida. Ahora, en un interesante giro de 180 grados, se ha unido al sello Mute, que levantara en su día Daniel Miller para solaz de los Depeche Mode. 'Dust Lane', que verá la luz el 4 de octubre, es un disco grabado en 2009 con el apoyo de Syd Matters, Orka y Matt Elliott.

La música electrónica, un territorio que Tiersen se había limitado a puntear, es el universo en el que se despliega este nuevo trabajo, con un inequívoco gusto por lo experimental y los sonidos 'vintage'. Las pequeñas muestras que diera el año pasado en escenarios de todo el mundo (Madrid y Barcelona incluidos) así lo indican. Un conflicto con su anterior sello retrasó algo más de un año la puesta en circulación del álbum.

Tiersen, un bretón de pura cepa que este verano ha cumplido 40 años, habla del disco con argumentos apocalípticos y matices más positivos. "Es un viaje a las tierras polvorientas que, tarde o temprano, nos conducen a la muerte. Sin embargo, no es un camino triste: en el disco se evoca el colorido, el dolor y las alegrías que acompañan la vida humana".

Además de sus trabajos en el cine -los dos citados y el documental 'Tabarly' (2008), de Pierre Marcel- lo mejor de la obra del francés está en 'Le Phare' (1998) y 'Les Retrouvailles' (2005). En esos trabajos se lleva a la máxima expresión la mixtura que caracterizaba hasta ahora su música: un poco de folclor francés, toques de la 'chanson', sonidos de la calle, guiños al vals, el rock y el minimalismo instrumental... en sus partituras se pueden encontrar sin esfuerzo reminiscencias de Chopin, Erik Satie, Philip Glass, Michael Nyman o cualquiera de los bardos que regalan canciones a los turistas en Montmartre.

Su trayectoria vital ayuda a entender el porqué de tanta heterogeneidad. Nacido en Brest, Tiersen creció en Rennes, donde estudió violín y piano desde los seis años hasta los catorce. Su formación se encaminó hacia la dirección orquestal, pero la adolescencia jugó su papel: Yann descubrió a Joy Division y los Stooges, agarró la guitarra y se enroló en varias bandas de post punk. Luego descubrió su gusto por poner música a piezas cinematográficas, gracias a cortometrajes de amigos: muchas de aquellas piezas acabaron formando parte de su primer álbum, 'Valse des Monstres' (1995), en el que tocó desde piano de juguete a banjo, arpa y piano.

Con el single 'Monochrome', del álbum 'Le Phare', consiguió su primera cuota de atención masiva en Francia: Dominique A se encargó ahí de la parcela vocal. Poco después, Jean Pierre Jeunet le tentó para poner música a un ambicioso proyecto suyo, una película llamada 'Le fabuleux destin d'Amelie Poulain'. El resto es historia.