HOMENAJE

Los amigos de Labordeta ponen música y voz a sus poemas

Más de 1.500 personas acudieron al homenaje que se celebró ayer en el monasterio de Veruela.

Un grupo de asistentes, ayer, en el recital de poesía.
Los amigos de Labordeta ponen música y voz a sus poemas
DAVID FRANCISCO

El 'Canto a la libertad', que tantas veces ha entonado José Antonio Labordeta en sus recitales y conciertos y que ayer se repitió varias veces durante toda la tarde, fue el hilo conductor de la última jornada del IX Festival Internacional de Poesía del Moncayo, que este año ha querido rendir homenaje a su figura. Un acto que ayer congregó en Veruela a más de 1.500 personas.

El músico, compositor, cantautor y poeta aragonés fue el gran ausente de la jornada, pero en representación suya acudieron sus hijas Ana y Ángela, y sus nietas Marta y Carmela.

Entre los amigos del mundo de la cultura y de las artes que pusieron voz a los poemas de Labordeta se encontraban Emilio Lacambra, Antón Castro, Miguel Ángel Yusta o Félix Romeo, que recitó 'Una brújula'. "El homenaje ha sido todo un éxito, una manera de agradecerle a Labordeta muchas cosas. En mi caso, ahora es un amigo estupendo, pero antes fue un camarada con el que compartí muchos proyectos", aseguró el escritor y crítico aragonés.

Cariñosos elogios

En representación del Ministerio de Cultura estuvo Rogelio Blanco, director general del Libro, que hizo un cariñoso elogio a la figura personal y profesional de Labordeta. Hace unos días, la ministra Ángeles González-Sinde le envió a Labordeta un cariñoso y extenso telegrama.

Entre los artistas invitados también se encontraba Ricardo Calero, que desarrolló una instalación en la iglesia del monasterio que simulaba una cueva con una pequeña capilla en su interior, donde, gracias a la ayuda de una linterna, podían verse objetos relacionados con el universo de Labordeta.

El homenaje concluyó con un concierto en el que las palabras se transformaron en música de la mano -entre otros- de Javier Ruibal, Joaquín Pardinilla, Louisiana, Ludmila Mercerón, Luigi Maráez & Âlime Hüma, María José Hernández, Marina Rossell, David Zueras o el dúo Amaral. Paco Ibáñez, compañero de recitales en tantas ocasiones era encargado de poner el broche final esta emotiva jornada que a Labordeta le hubiera encantando ver en persona.

Y entre homenaje y homenaje, él, trabajador imparable, sigue escribiendo una novela policiaca sobre un crimen que ocurrió años ha en Zaragoza.