Jakob Dylan, sin flor ni muro, actúa esta noche en Sos

En las entrevistas no tolera que se le pregunte por su padre: lógica reacción en el vástago de una luminaria como Bob Dylan, sobre todo teniendo en cuenta que eligió la misma profesión de su progenitor. Por suerte, Jakob no es uno más de esa larga serie de estrellados hijos de estrellas: hace tres lustros adquirió galones propios en la música gracias al éxito de Wallflowers, su grupo de siempre. La producción del experimentado T-Bone Burnett en el álbum 'Bringing Down The Horse', que contenía el exitazo 'One Headlight', confirmó el tirón del grupo y la calidad de Jakob como intérprete y compositor de todos los temas. Esta noche llega al Luna Lunera de Sos (23.00) con Quique González como compañero de cartel y una banca en la que brilla el guitarrista neoyorquino Marc Ribot, músico habitual de Tom Waits y Elvis Costello, entre muchos otros.

Las influencias de Jakob Dylan siempre han estado más próximas al estilo de Tom Petty que al de su padre, eso sí. El cachorro de la familia, que actualmente tiene 40 años de edad, ha conseguido soltarse mucho y bien en este último disco, 'Women + Country' (el segundo de su trayectoria en solitario), que viene defendiendo en gira a lo largo de 2010 con un notable cambio con respecto al sonido de Wallflowers. Lo curioso es que T-Bone Burnett vuelve a producir el trabajo, quince años después. Se trata de un disco ensoñador, masticable, con cierta épica dentro de esquemas próximos al sonido sureño de caminante, botas, viento y piedra. Los retorcidos y robustos punteos de Ribot salpican las canciones translúcidas de Jakob, que transitan muy lejos del barroquismo: son historias directas, sin artificio, de las que se clavan en el corazón.

Wallflowers aparcados

El grupo de Jakob giró el año pasado en apoyo de un 'Grandes éxitos', pero no saca disco de estudio desde 2005. El neoyorquino parece más interesado en su etapa en solitario. Además de Ribot, sus directos incluyen a las fantásticas vocalistas Neko Case y Kelly Hogan, junto al guitarrista Paul Rigby, capaz de extraer infinita dulzura de las cuerdas de acero cuando la ocasión lo requiere. Aunque el beneficiado por la circunstancia de la luna llena fue Elvis Costello hace seis días, parece una buena noche para invocar a la plateada reina de los cielos de Sos.