CÓMIC

Sturm explora la revolución industrial "sin moralejas" en su último cómic

'Día de mercado' muestra el dilema de un tejedor de alfombras que ha de elegir entre su arte y vivir.

El autor estadounidense James Sturm, una de las personalidades del cómic norteamericano independiente, ha ambientado en la Europa del Este de principios del siglo XX su nuevo cómic, 'Día de mercado' (Astiberri). Su intención es mostrar los cambios de la revolución industrial y la encrucijada de un tejedor de alfombras, Mendleman, obligado a escoger entre seguir con su arte o mantener a su familia.

"Al igual que la mayoría de los artistas y escritores, conozco bien el desafío que supone para Mendleman ser honesto con su arte y, al mismo tiempo, ganarse la vida", explicó Sturm. La esposa de Mendleman está embarazada, y este decide llevar su carro al mercado para vender las alfombras artesanales que fabrica, en las que refleja momentos de su vida.

Un día, el artesano descubre que la tienda a la que solía vender sus manufacturas ha cambiado de propietario y ahora solo se abastece de mercancía barata y de baja calidad, lo que le deja como única salida vender sus alfombras por menos dinero.

Con un dibujo hiperrealista y una coloración que subraya el avance del día y la caída de la noche, las viñetas de 'Día de mercado' avanzan con poco diálogo y el uso de imágenes paisajísticas.

"En el libro exploro diferentes aspectos, pero no quería que tuviese moralejas", destacó el autor, que dejó la historia con un final abierto para que el lector "saque sus conclusiones" y porque no le gusta "atar" la narración "con un lazo".

Inspirándose en fotografías de Roman Vishniac, Sturm buscó que las imágenes provocasen la sensación de "estar viviendo en esa Europa pre holocáustica". "No quería especificar el lugar y la fecha a para dotarla de un aroma de fábula", afirmó. Otra influencia, en este caso en la parte narrativa, fue Richard Ford, escritor de 'El periodista deportivo' y 'El día de la Independencia' -que inspiró la película 'Independence Day'-, porque él "focaliza" sus historias en un único personaje que se encuentra "en un momento de transición".

En el campo de la ilustración, Sturm admitió no tener referentes claros y en cambio mezclar "fuerzas antagónicas" en sus trazos.