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El directo crudo e intenso de Retribution Gospel Choir desembarca hoy en el Café Hispano

El grupo paralelo de Alan Sparhawk y Steve Carrington, de Low, presenta su nuevo disco, '2', en el local zaragozano.

Los tres componentes de Retribution Gospel Choir.
El directo crudo e intenso de Retribution Gospel Choir desembarca hoy en el Café Hispano
HERALDO

ZARAGOZA. Hablar de Retribution Gospel Choir es hablar de Low. No en vano, dos de sus miembros, Alan Spahawk y Steve Carrington, forman parte de la banda autora de 'Drums and Guns'.

Sin embargo, el potente directo del trío, al que se añade el eléctrizante y peculiar baterista Eric Pollard, los sitúa en un capítulo aparte. Incluso, de los propios discos de la banda de 'slowcore'.

Los conciertos de Retribution Gospel Choir, que hoy, a las 21.00, se presenta en el Café Hispano de Zaragoza (Camino de las Torres, 42), son la auténtica tarjeta de presentación de los de Dulluth (Minnessota).

Así, su paso por España el año pasado, donde dejaron huella en festivales como el Primavera Club de Barcelona, los encumbró como uno de los directos más deseados.

Canciones cortas, que empiezan con un guiño pop y acaban en improvisaciones, intensidad descontrolada, rock en estado puro y un directo apabullante, que fluctúa entre la psicodelia de los setenta y el rock duro, son sus credenciales.

Segunda visita

En esta segunda visita a Zaragoza (estuvieron en el Centro Cívico Universidad en mayo de 2009 junto a Joe Crepúsculo) presentan su segundo álbum, '2', editado por el sello Sub Pop, un larga duración del que se ha dicho es "música caliente, un magma de rock de pura cepa, abrasador y peligroso, un discurso que no por clásico suena a ya transitado".

Grabado en casa

Se trata de la continuación de su debut ('Retribution Gospel Choir'), publicado en 2008 por Caldo Verde, sello gestionado por Mark Kozelek (Red House Painters, Sun Kil Moon). Desde entonces, el grupo no ha parado de tocar, incluyendo fechas en Estados Unidos con estrellas como Wilco o Meat Puppets.

El disco fue grabado en su casa de Duluth, en la fría Minnesota, y mezclado por Matt Beckley, la nueva sensación de los productores de Los Ángeles gracias a su trabajo con gente como Britney Spears o, atención, la 'celebritie' Paris Hilton.

Pero lo que a primera vista no parecía la unión más adecuada ha dado un resultado sorprendente: un disco crudo y tecnológicamente perverso y visceral.

Las entradas de este concierto, que organiza la gente de La Lata de Bombillas, cuestan 10 euros en venta anticipada y 13, en taquilla.