ESTRENA SU ÚLTIMO TRABAJO

Dani Moreno y la eclosión del dance español

'Somebody to love' ya suena en las radios, aunque el pinchadiscos lo presentará en salas y macrofiestas españolas en un calendario a reventar de conciertos hasta 2011.

El pinchadiscos y locutor radiofónico Dani Moreno estrena nuevo sencillo, 'Somebody to love' (Vale Music), que ya suena en las radios y que presentará en salas y macrofiestas españolas, ante cientos de miles de personas y con un calendario a reventar de conciertos hasta 2011.


"La producción musical de 'Somebody to love' es excelente, de Albert Neve, productor entre otros de David Guetta", ha dicho este pinchadiscos de "dance y house", muy conocido por el programa matutino 'El gallo máximo', que presenta en Máxima FM.

¿Cómo se crea un hit?


"Trabajar en la radio te pone fácil saber donde están las tendencias y cuál es el panorama, porque con el 'dance' todo cambia muy rápido", ha explicado el pinchadiscos, que cuenta con una holgada experiencia en las ondas.


Los 300.000 oyentes diarios de su programa certifican el dulce momento que está viviendo la escena "dance" en España: "Pensábamos que sólo nos escuchaba gente de 13 a 30 años, pero yo tengo oyentes de 50 años que son directores de banco, barrenderos, profesores o dibujantes."


Pero la revolución del "dance" no se debe medir sólo en términos de oyentes, sino también de tendencias entre cantantes. Porque, ahora, lo que se lleva es lo de "la pureza está en la mezcla".


"Los artistas de pop ya no temen que un tema suyo sea remezclado, al contrario, les ayuda en su mercado", explica Moreno.

Aunque en España, la eclosión de la música de baile se debe atribuir también a otros factores menos artísticos y más profanos, como el ahorro que supone para los deficitarios ayuntamientos el sustituir a cantantes por pinchadiscos en fiestas populares y saraos.


"Son festivales muy bien montados, en los que se están cambiando las tornas, porque el gasto con grupos es mucho más elevado que si nos llevan a nosotros, que vamos sólo con la cabina", sentencia Moreno.


Festivales ante decenas y cientos de miles de personas que Moreno recuerda con una amplia sonrisa: "He vivido momentos inolvidables, como en la Playa de la Malvarrosa de Valencia ante 300.000 personas, con once quilometros de playa llenos a reventar de gente".


Cifras estratosféricas fruto del mercado, de la coyuntura económica y del esfuerzo del sector, que ha hecho que cambiara la imagen que se tenía del pinchadiscos: la de un ser nocturno, fiestero y dado a consumir sustancias al ritmo de "ecsta sí, ecsta no, esta me gusta, me la como yo".


"Antes esta figura era la de un tío que se acostaba a las once de la mañana y tomaba drogas -recuerda Moreno-. Ahora es la de alguien que te puede llenar una sala o ser imagen de marca y que se toma la música como un trabajo que le da muchas alegrías pero que tiene que estar al 100% para vivirlas".


"Para mí es un 'curro' total, llevo una disciplina importante porque, si no, no podría compaginar radio y discotecas, casi ni bebo ni fumo, e intento dormir todo lo que puedo", dice Dani Moreno.


De no ser así, Moreno no podría aguantar el estrés de trabajar entre semana de 6 a 10 de la mañana y alternarlo con bolos los fines de semana, y tiene más de cincuenta hasta fin de año. Otro dato que denota la apabullante aceptación popular de esta música.


Una aceptación que se convierte en rechazo de la crítica que escucha en las bases y los ritmos de club un "chumbachumba" machacón y sin sentido.


"Los críticos que piensan que el dance no es música, que intenten llenar un festival de cientos de miles de personas con otro tipo de música -desafía Moreno- La música es música siempre que transmita algo".