Tercer Milenio

En colaboración con ITA

teatro

Una clase de amor y miedo en la Estación

Para los más pequeños 'La gata con botas' vuelve este fin de semana a la sala Arbolé.

'Ejercicios de amor' llega hoy al Teatro de la Estación.
Una clase de amor y miedo en la Estación
HERALDO

Las reflexiones sobre las relaciones humanas que apelan a los sentimientos y las cosas sencillas copan este fin de semana los escenarios zaragozanos. La compañía valenciana El Pont Flotant presenta hasta el domingo en el Teatro de la Estación 'Ejercicios de amor'. Mientras, a las tablas de la sala Arbolé siguen subiéndose dos viejos amigos, Rafael Campos y Francisco Ortega, para reflexionar sobre su trayectoria vital en 'El uno y el otro'.

'Ejercicios de amor' es una propuesta donde la interacción entre los cuatro actores y el público actúa como hilo conductor. Sin proponérselo, uno acaba llegando a las entrañas de este afecto que por encima de todo une a los cuatro protagonistas, Jesús, Álex, Joan y Pau.

Para conseguir fundirse con sus estados de ánimo, los espectadores asisten a una clase magistral sobre los orígenes bioquímicos del amor, después se convierten en cómplices de sus miedos y debilidades y hasta comparten algo parecido a una velada de campamento juvenil. Incluso hay un cortejo nupcial de por medio, en el que los actores, en realidad, se comprometen de por vida con su verdadero amor, el teatro.

En el Parque del Agua

En el escenario del Teatro Arbolé, Rafael Campos (también autor del texto) y Paco Ortega, bajo la dirección de Joan Ollé, se encuentran por primera vez sobre un escenario después de décadas de ausencia sobre las tablas, que no detrás. Dos hombres vinculados a la escena teatral aragonesa que, como dice Rafael Campos, hacen una "revisión feliz, nada de amargo cinismo", sobre cómo se ve la vida una vez superada esa barrera de los 50 años.

Los más pequeños de la casa tienen una cita con el Teatro Arbolé, al que vuelve 'La gata con botas', una vuelta de tuerca al cuento clásico del divertido felino parlante que le tocó como herencia al hijo de un molinero.

La compañía de Arbolé da un toque de modernidad a la historia en cuanto a los roles masculino y femenino. Para ello, el animal cambia de sexo, aunque la trama se mantiene fiel a las peripecias que la felina y su dueño, que acaba convirtiéndose en el marqués de Cabarés, tienen que vivir para lograr hacer fortuna. En esta obra se reúnen los elementos clásicos del cuento: las desventuras del muchacho, sus aventuras y la pelea con el ogro con su sorprendente final. Esta versión de títeres para niños está recomendada a partir de los 3 años.