TOROS

Val-Carreres: "José Tomás es muy fuerte y difícil de derrotar anímicamente"

El cirujano titular del coso zaragozano ha atendido al torero en tres ocasiones.

Carlos Val-Carreres.
Val-Carreres: "José Tomás es muy fuerte y difícil de derrotar anímicamente"

El torero José Tomás es un paciente extraordinario y una persona físicamente fuerte y anímicamente "difícil de derrotar", señaló ayer el cirujano de la plaza de toros de la Misericordia de Zaragoza, Carlos Val-Carreres, quien ha asistido al diestro madrileño en tres cogidas anteriores.

Val-Carreres está en contacto diario con la familia del torero de Galapagar, que le ha comunicado que todo sigue bien, aunque no se sabe cuándo podrá volver a los ruedos, ya que dependerá de lo que le digan los médicos mexicanos, explicó.

La cogida de José Tomás en Aguascalientes (México) fue, según este médico, una conmoción a nivel nacional. "La gente no mitifica gratuitamente a las personas. Es un torero de leyenda", enfatizó.

El cirujano, titular del coso zaragozano desde los 80, explicó que su convalecencia no será corta, todo va funcionando según lo previsto, y su vuelta a las plazas dependerá del tipo de tratamiento anticoagulante que lleve y de una serie de circunstancias, entre ellas que recupere el tono muscular.

La herida que ha sufrido José Tomás ha sido "eminentemente vascular", que calificó de "grave o muy grave" por sí sola, pero con pronóstico "muy grave" si se añade el componente muscular. Aunque no conoce los detalles de la actuación médica en la plaza de Aguascalientes, reconoció que fue afortunada y el tratamiento quirúrgico, perfecto.

Definió al torero como un paciente extraordinario, una persona físicamente fuerte y anímicamente si cabe más. A Val-Carreres le llamó la atención que cuando lo atendió por primera vez, siendo muy joven, soportase con un gran estoicismo las curas, que eran muy dolorosas. Este cirujano del Hospital Provincial de Zaragoza ha atendido a José Tomás en tres ocasiones, la primera cuando con 18 años sufrió una herida "severísima en México". Posteriormente le asistió de una herida de orden menor, próxima al muslo, de la que se recuperó bien porque "es una persona que, si uno le puede tener fe como torero, como paciente, si cabe, más porque es extraordinario". La última, en Zaragoza, dos cornadas que entraron por la misma zona que las de Aguascalientes.