Su última obra le costó unos 1.800 dibujos. Cada 30 segundos de la animación necesitaban 20 minutos de trabajo. "El que vea esta y cualquier película por internet solo porque es gratis, es un gilipollas. Hay que verla en una pantalla de cine y apreciarla en su tamaño real", aseguró ayer Javier Mariscal, en su visita a la Escuela Superior de Diseño de Aragón (María Zambrano, 3). El valenciano inauguró la cuarta edición de las jornadas sobre la práctica del diseño, que terminarán mañana, y como todos los años, el objetivo es demostrar que el diseño es un producto, en todos los sentidos.

El evento se celebra por primera vez en la nueva sede de la escuela y habrá conferencias con diferentes temáticas. En la de Mariscal estuvo presente el viceconsejero de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, Juan José Vázquez, que destacó la importancia de las jornadas porque "acercan el diseño a la sociedad". La directora de la escuela, Ana Sierra Munárriz, informó que este año se estrenan talleres para alumnos donde se "crearán objetos que luego se quedarán en el centro".

Además, aún quedan cuatro conferencias por celebrar. Moneo Brock Studio, especializados en arquitectura y mobiliario, se centrará en los colores y curvas de su trabajo en la cafetería del hotel Reina Petronila. Zoo Creative, encargados de crear identidad de marcas, explicará el porqué de algunas de sus obras. Mañana, el diseñador Pep Carrió responderá de dónde nace un proyecto visual y Xabier Zirikian y Blami, del departamento gráfico de Loreak Mendian, recordarán sus colecciones de ropa más destacadas. Después habrá una mesa redonda con ex alumnos.

Animar una película

En su ponencia, Mariscal habló de la que es su primera incursión en el cine, 'Chico y Rita', una película de animación ambientada en Cuba y Nueva York. "Una historia de amor", adelantó el artista. Se estrenará a finales de este año y en ella trabajó al lado de Fernando Trueba con un guión obra de un zaragozano, el escritor Ignacio Martínez de Pisón Cavero.

El creador de 'Cobi' y ahora dueño de un estudio donde trabaja "hasta con chinos", aseguró que fue difícil conseguir los diez millones de euros para el filme porque "los que tienen el dinero no quieren arriesgar", al contrario de él: "Soy gráfico, para mí el dinero no es más que papel impreso".

Sobre los detalles del proceso, recordó que, gracias a la tecnología, "crear animaciones es más fácil". Él, por ejemplo, no tuvo su primer ordenador hasta los 21 años. "Solo con la ayuda de 'Photoshop' dibujé el pequeño montaje que le hice a Serrat en su homenaje a Miguel Hernández. Eso antes era imposible", confesó. Para producir 'Chico y Rita', sin embargo, el dibujante pensó que delegar trabajo era lo mejor. "Todos aportaban algo. Trabajo en equipo, no soy como Almodóvar, que hace todo como él quiere", bromeó