EL REALIZADOR OSCENSE

Monesma entra en la Academia de San Luis

El realizador oscense consagra así una carrera profesional de 27 años durante la cual ha grabado 2.200 documentales.

Fernando Alvira, Eugenio Monesma, María Victoria Broto, Domingo Buesa y Javier Sauras.
Monesma entra en la Academia de San Luis
TONI GALáN/A PHOTO A.

Eugenio Monesma entró ayer en el grupo de los maestros de las artes. El realizador aragonés es el nuevo miembro de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis, muy especialmente por su notable labor en la elaboración de películas y documentales sobre Aragón, actividad en la que lleva trabajando 27 años. "En cierta manera, este ingreso supone una consagración -aseguró-. Mi servicio a la sociedad han sido los 2.200 documentales que he grabado a lo largo de mi carrera".

Durante la sesión de ingreso, que tuvo lugar ayer en la sede de la Academia en el Museo de Zaragoza, Monesma (Huesca, 1952) leyó el discurso 'De los navateros a las maderadas en el Pirineo, treinta años de etnografía audiovisual'. En él describió la evolución de su carrera profesional que se inició en 1979 con una cámara de Súper-8 de la familia. Además, se refirió a la primera película que le introdujo en el mundo etnográfico: 'Navateros', en 1983. Casi tres décadas después, propuso a Aragón Televisión un trabajo para ver la evolución de esta actividad. El resultado fue su documental 'Maderadas en el Pirineo', que se proyectó ayer. El conjunto de su trabajo es uno de los corpus etnográfico-antropológicos más importantes de España, con un especial acento en las tradiciones y oficios aragoneses.

El presidente de la Academia, Domingo Buesa, resaltó que la incorporación del oscense se produce en un momento muy importante para la institución, en pleno camino hacia la modernización. La encargada de clausurar el acto fue la consejera de Educación y Cultura del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto. "Monesma ha sido un autodidacta y ha trabajado muchísimo -expuso-. Además, ha captado con su cámara a personas que no siempre han aparecido en los medios de comunicación y sobre todo, ha recogido una parte de la historia aragonesa".

Durante el acto, dos académicos fueron los encargados de acompañar a Monesma a la sala: el vicepresidente primero, Fernando Alvira, y el secretario general, Javier Sauras. Además de ellos, a la celebración asistieron multitud de personalidades de las artes y de la cultura aragonesa, como, entre otros, los académicos Alfredo Romero, Miguel Caballú, Miguel Beltrán, Rafael de Miguel, Armando Serrano, Santiago Sánchez Jericó y Jorge Albareda, que acudió con su mujer, María Dolores Albareda. Este escultor y profesor, que fue durante 32 años secretario general de la Academia, reconoció su complacencia por la labor realizada por Monesma. "Siempre he seguido con entusiasmo sus documentales", aseguró. Albareda, a la sazón el académico más antiguo, recordó que desde el año 1967, en el que ingresó, la institución ha evolucionado: "Recuerdo los primeros años en los que estuve, fueron duros, porque nuestra sede, el Museo de Zaragoza, se encontraba inmersa en unas obras tremendas".

También pudo verse al director general de Patrimonio del Gobierno de Aragón, Jaime Vicente; a Pedro Camarero, director de la Obra Social de Caja Inmaculada, o al pintor Jorge Gay. De entre todas las personas que asistieron al acto, a Eugenio Monesma le hizo especial ilusión ver a su nietecito Unai. Por encima de solemnidades, el etnógrafo acudió a la cita fiel a su estilo, con el pelo recogido en una larga coleta y vestido con su característico chaleco. "Seguiré trabajando e investigando -prometió-. Aún me quedan oficios por descubrir". Aragón y los aragoneses se lo agradecerán.