HISTORIA DE LOS SITIOS

Un museo con freno y marcha atrás

Se cumple un año del final del Bicentenario y sigue pendiente una vieja aspiración: la creación de un museo que recuerde los Sitios. Lo que todos olvidan es que Zaragoza ya tuvo uno. Y lo cerró.

Museo de los Sitios que había en la Academia General Militar
Un museo con freno y marcha atrás
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Hoy, 20 de febrero, se cumplen 201 años de la capitulación de Zaragoza ante el Ejército francés. Y se cumple, también, un año del cierre de la conmemoración oficial del Bicentenario de los Sitios (aunque hubo algún acto que se celebró después). Doce meses más tarde, muchas de las aspiraciones que se pretendían conseguir con el Bicentenario siguen dibujadas en el aire. La principal, la creación de un museo que perpetúe el recuerdo de los Sitios.

 

"¿El Museo? Yo no sé si se hará algún día, creo que no -asegura Gonzalo Aguado, presidente de la Asociación Los Sitios-. Apenas hace unas horas Zaragoza ha dejado escapar un cuadro que estaba a la venta (en referencia al retrato de Palafox pintado por Gálvez, que se subastó en Madrid). Hubiera sido una pieza indiscutible en ese museo, si alguna vez se crea. Si una obra así pasa de largo, es muy difícil creer en que exista voluntad de que haya un museo".

 

Parecida visión del asunto tiene Luis Sorando, presidente de Voluntarios de Aragón. "A nuestra asociación le gustaría que hubiera un museo dedicado a los Sitios, pero yo no me lo creo. Si ha pasado el Bicentenario y no se ha conseguido, ya no se va a lograr".

 

El Bicentenario, como se puso ayer de manifiesto en los corrillos previos a la entrega de los premios de la Asociación Los Sitios, ha dejado tras de sí un interesante conjunto de publicaciones y exposiciones, pero ha fallado en algunas cuestiones clave. La principal, el museo, que no ha arrancado ni en un edificio de nueva planta, ni en el que se preveía desde hace tiempo, la Casa Palafox. Lo que muy poca gente conoce, o recuerda, es que Zaragoza ya tuvo un museo dedicado a los Sitios y, caso insólito en la historia de la ciudad, lo cerró.

¿Cúando se clausuró?

Se creó en 1946 en la Academia General Militar, cuando se preparaba la conmemoración, el año siguiente, del centenario de la muerte de Palafox. Lo inauguró Franco y constaba de dos salas. Llegó a tener más de un centenar de piezas: los retratos de cuerpo entero del general Palafox y de Casta Álvarez pintados por Unceta; una maqueta a escala de la Torre Nueva; un sable de Palafox y su hoja de servicios; libros, documentos, armas, uniformes...

 

Luis Arcarazo, que ha estudiado el museo a través de la escasa documentación que ha llegado a nuestros días, resume su trayectoria así: "Se inauguró con toda la pompa, pero acabó muy pronto en el ostracismo". Ni siquiera está claro cuándo se clausuró, quizá en 1950 o en 1951. La Academia empezó a devolver las piezas -algunas- a las instituciones y particulares que las habían prestado. Las salas que ocupaba el museo son actualmente el despacho del jefe de Estudios y su secretario. Y hasta hoy.

 

Desde el cierre del Bicentenario no se ha vuelto oir a ninguna institución hablar del proyecto, y eso que hay edificios que podrían albergarlo, como el palacio de Fuenclara, que no tienen un uso futuro cierto. Si resulta insólito que cierre un museo, éste además lo hizo sin ruido. Como si nunca hubiera existido.

 

Si el museo duerme el sueño de los justos, otro tanto ocurre con otras aspiraciones que se tenían durante el Bicentenario. No se ha conseguido el monolito en la fosa de Macanaz, donde reposan miles de zaragozanos. Ni está clara la repetición del acto más popular del año pasado: la recreación histórica de la batalla, en la que participaron cientos de aficionados llegados de toda España y varios países europeos. Aunque el Ayuntamiento manifestó su intención de que la cita fuera anual, Voluntarios de Aragón no lo ve así. "Nosotros estamos encantados con que se repita, pero debe ser bienal y con la máxima fidelidad histórica", apunta Sorando.

 

Y también se ha fallado en detalles. Por ejemplo: el cuadro de la 'Salida de los Defensores de Zaragoza' de Orange, se restauró a cargo del Ayuntamiento para la exposición de la Lonja. A cambio, iba a quedarse un año expuesto al público. Pero, tras clausurarse la exposición, regresó a Cherburgo. No se encontró dónde mostrarlo al público. O no interesó.