CINE

Las estrellas de 'Nine' dan el último desplante a una Berlinale escasa de glamour

Penélope Cruz, Nicole Kidman o Sophia Loren se suman así a la larga lista de estrellas esperadas con ansia por sus admiradores berlineses que han hecho "mutis por el foro" pese a que sus películas se presentaban en el festival.

Penélope Cruz, una bailarina en 'Nine'
Las estrellas de 'Nine' dan el último desplante a una Berlinale escasa de glamour
WIDE PICTURES

Las estrellas del musical 'Nine' de Rob Marshall, entre ellas la española Penélope Cruz, dieron el enésimo y último desplante de Hollywood a una Berlinale desangelada y escasa de "glamour".


El reparto de 'Nine', filme aún por estrenar en Alemania, decidió "cancelar su presencia en Berlín a última hora y sin motivo", explicaron fuentes del festival.


Nicole Kidman, Marion Cotillard y Sophia Loren se suman así a la larga lista de estrellas esperadas con ansia por sus admiradores berlineses que han hecho "mutis por el foro" pese a que sus películas se presentaban en el festival, algo que ha abierto la caja de los truenos contra su director, Dieter Kosslick.


Excepto la ausencia obvia del cineasta Roman Polanski -detenido en su chalet de Suiza por una causa abierta con la Justicia estadounidense en la década de los sesenta- la 60 edición de la Berlinale será recordada por las expectativas fallidas en lo que a la presencia de figuras del celuloide se refiere.


Casey Affleck, Jessica Alba y Kate Hudson fueron otros de los grandes ausentes de la última jornada de competición, en la que se estrenó 'The killer inside me' de Michael Winterbottom, una de las 20 películas en liza por los Osos del festival.


"Es una pena que tengáis que quedaros con dos tipos viejos y feos como nosotros", señaló el productor de la película Andrew Eton, único acompañante de Winterbottom en la rueda de prensa posterior al pase del filme.


"Debe de ser frustrante para el festival que no vengan las estrellas pero también lo es para Casey (Affleck) no haber podido venir", apuntó el cineasta británico.


De un festival que se auguraba flojo -por la escasez de grandes nombres en las películas a concurso- la Berlinale se ha hundido en una cierta languidez mediática, a la que se espera que el francés Gérard Depardieu dé el último impulso esta tarde.


Depardieu ya dejó colgada a la prensa -presentaba en la sección de Berlinale Special "L'autre Dumas"- para disfrutar de la buena mesa en un restaurante italiano del barrio de Kreuzberg, un desplante del que se espera que pueda resarcirse hoy.


El desfile de "glamour" sobre la alfombra arrancó el día 11, con la actriz Renée Zellweger como miembro del jurado, y fue constante durante el fin de semana, con los estrenos de 'The Ghost Writer' de Polanski y 'Shutter Island' de Martin Scorsese.


Ewan McGregor, Olivia Williams y Pierce Brosnan, por un lado, y Leonardo DiCaprio, Ben Kinsgley, Mark Ruffalo y Michelle Williams, por otro, mantuvieron alto el pabellón, que sólo vivió momentos de auténtica locura con la llegada del indio Shah Rukh Khan.


Pero el estratosférico arranque pronto decayó con apenas algunas caras conocidas en películas generalmente fuera de concurso: Ben Stiller con 'Greenberg', Julianne Moore con 'The kids are all right' y Amanda Peet con 'Please give'.


Ni siquiera el misterioso grafitero Bansky, protagonista de 'Exit through the gift shop', dejó su anunciada huella en Berlín, una supuesta "performance" que Kosslick anunciaba desde hacía semanas.


El sueco Stellan Skarsgard salvó la cara del cine europeo mientras que los directores de la mexicana 'Revolución' -entre ellos Diego Luna, Gael García Bernal, Carlos Reygadas y Fernando Eimcke, acudieron en tropel a la Berlinale y marcaron el día más latinoamericano del festival, el pasado lunes.


Tampoco la actriz Hanna Schygulla y el guionista Wolfgang Kohlhaase, dos leyendas vivas del cine alemán y galardonados con sendos Osos de Oro de Honor por la Berlinale, comparecieron ante la prensa.


Incluso 'Rompecabezas' de la argentina Natalia Smirnoff, único aspirante latinoamericano a los Osos, se presentó sólo con su directora y con el actor Arturo Goetz, mientras que su actriz principal, María Onetto -sobre quien descansa cada plano de la película- se quedó en Argentina por motivos profesionales.


"Está haciendo teatro con funciones cada día. Venir desde Argentina cuesta mucho más tiempo que desde otras partes de Europa. Y venir la hubiera obligado a parar las funciones durante una semana pero su contrato no lo permite. Es una pena porque ella querría estar aquí", agregó Smirnoff.