DANZA

'Delicatessen' para la vista y el oído

El italiano Paolo Mohovich (en el centro, de negro), ensayando 'Delicatessen' en Zaragoza.
'Delicatessen' para la vista y el oído
JOSÉ MIGUEL MARCO

Tres coreógrafos bien frescos. Diez bailarines en sa-zón. Tres músicos maduros. Una pizca de diseño y dosis de entusiasmo. Tales son los ingredientes para preparar un surtido de 'Delicatessen' listo para degustar a partir del 27 de noviembre.

 

Producido por el Centro Dramático de Aragón (CDA), 'Delicatessen' es un espectáculo de danza que comenzó sus ensayos a finales de septiembre, bajo la dirección de Amador Castilla, Inma Rubio y Paolo Mohovich. Ellos son los responsables de las distintas piezas que se ensamblan en escena a través de un personaje llamado Míster Delicatessen, una especie de cocinero capaz de sacar exquisiteces de su carro-cocina. El tipo en cuestión será encarnado por Marco Dugnani, ex bailarín del Ballet de Zaragoza, al igual que Amador Castilla.

 

El peculiar carromato que acompaña a Míster Delicatessen es un diseño del artista zaragozano afincado en Londres Carlos Cortés, mientras que el vestuario será cosa de Jorge Gallardo y el cartel del espectáculo llevará el sello del también zaragozano Iñaki Villuendas (autor del último cartel de las Fiestas del Pilar).

 

En cuanto a la música, la interpretará en directo -todo un lujo- el Trío Salduie, grupo aragonés que integran la pianista Consuelo Roy, el violinista Juan Luis Gallego y la violonchelista Nuria Gañet.

Al aire español

En una sala del Centro de Danza situado en la calle Domingo Miral suena una melodía rítmicamente llevada por un chelo y un piano. "¡Más brazos y más cuerpo!", indica el coreógrafo Paolo Mohovich a los nueve bailarines que se mueven siguiendo la música.

 

Mohovich trabajó hace años con el extinto Ballet de Zaragoza y dice que "siempre es bonito" regresar a la ciudad. Su coreografía se titula 'Piel de canela' y evoca "algo delicado, exquisito, bonito de ver", explica. El coreógrafo ha querido sugerir "el elemento placentero del gusto" a través de unas composiciones "ligeras, divertidas, no cerebrales ni complicadas de ver", aclara. Como base, utiliza tres piezas musicales de Enrique Fernández Arbós: 'Bolero', 'Habanera' y 'Seguidillas'.

 

Amador Castilla, por su parte, precisa que el espectáculo en su conjunto es de "ballet contemporáneo". Con ello quiere decir que existe una base clásica (algunas bailarinas utilizan zapatillas de puntas), pero combinada con elementos de danza contemporánea. De hecho, los diez bailarines seleccionados dominan esos registros.

 

Castilla ha dedicado su pieza, titulada 'Sabor de una historia', al compositor de Aguarón Simón Tapia Colman (1906-1993), cuatro de cuyas obras le sirven de banda sonora a lo que será una especie de "pequeño homenaje contando un poco su vida" a través de los bailarines, precisa el coreógrafo.

 

Por último, la turolense Inma Rubio ha trabajado sobre partituras de Enrique Granados y Federico Mompou para una coreografía más abstracta que ha bautizado como 'Food for thought/Comida para la mente'. Castilla subraya que es la primera vez que Rubio tiene la oportunidad de estrenar una coreografía en Aragón. "Está muy orgullosa y su madre casi llora de la emoción", asegura el coreógrafo, que ha creado también la web oficial del espectáculo www.delicatessendanza.com.

Libros y otros asuntos

Aparte del estreno de 'Delicatessen', el CDA tiene pendiente la presentación de los libros 'Blanca Invisible', de Susana Martínez, y 'Desierto, el', de Julián Fuentes, que se hará mañana en Teatro Arbolé, coeditora de estos textos teatrales. La publicación forma parte del programa de fomento de la literatura dramática del CDA, que para el año próximo ha seleccionado las propuestas de Ricardo Joven ('Blanco y Negra') y Nashaat Abdel-Hafez Conde ('El caracol').

 

El CDA mantiene su programa de compañías residentes (Elia Lozano, en Graus; y Circo Badín, en Foz Calanda), pero a causa del recorte presupuestario para 2010 está en jaque 'Doña Jimena', montaje con texto de Magdalena Lasala. Aunque según Antonio González, director del CDA, "no quiere decir que el proyecto se abandone".