FOTOGRAFÍA

Una mirada a la nostalgia

Cines de postín y cines de barrio. Cines de estreno y cines de sesión doble. Cines con películas de arte de ensayo y cines donde el ruido de las cáscaras de pipas se mezclaba con la banda sonora.


La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas exhibe una treintena de fotografías de salas ya extinguidas, locales que sólo conservan la fachada y los rótulos de sus nombres. "Cuando ves algunos de estos edificios, casi derruidos, te entra pena, pues somos muchos cuya biografía está ligada a ellos", afirma Paco Garrido, autor de las instantáneas. Bajo el título 'Un cine que desaparece, la muestra permanecerá abierta en la sala de exposiciones de la Academia hasta el 23 de octubre. "A mí me gustaría que algunos de estos edificios se rehabilitaran, que no murieran del todo, aunque su finalidad fuese otra".


El cine Bahía (Santa Pola, Alicante), el Imperio (Toro, Zamora), el Setefilla (Lora del Río, Sevilla), el Colón (Ribadeo, Lugo), el Victoria (Fraga, Huesca) el Darymelia (Jaén), el Europa (La Caridad, Asturias) o el España (Madrid) son algunos testigos -ya mudos- de unos tiempos donde todavía no existía el DVD ni los multicines. "El encanto que tenían los cines de pueblo es una de esas sensaciones que ya no volveremos a vivir", se lamenta un fotógrafo cuya vida profesional ha estado ligada a TVE. Fue cámara durante muchos años.

Magia

Junto a las viejas fachadas también aparecen retratados los cines al aire libre, los cines ambulantes, los rótulos luminosos que ya han dejado de parpadear. Viejos templos que han ido modificando su uso. Algunos -no muchos- sobrevivieron al transformarse en multisalas o en centros culturales. Otros permanecen olvidados en la noche de los tiempos. Solo una mínima parte siguen funcionando como salas de cine. "Las nuevas tecnologías han variado el modo de consumir películas. Al perder los viejos hábitos también se han perdido los ritos y la magia que rodeaban al hechor de ir cine", afirma Garrido, cuyas fotografías fueron captadas en los años ochenta y noventa del pasado siglo.


En Madrid, a finales de la década de los 70, había más de 500 salas. Hoy apenas se pueden encontrar una veintena en el centro de la ciudad. En la Gran Vía había 13 cines hasta el 2004. Ya sólo quedan tres: Capitol, Palacio de la Prensa y Callao.


"Desde hace tiempo he tratado de reflejar la idea del cine como un mundo propio", explica este profesional de la imagen. "Creo que, para los aficionados, mis fotografías pueden ser tan evocadoras como las películas que se proyectaron en aquellos olvidados recintos".