CINE

Borau critica los "injustos" ataques a la SGAE y defiende sus tarifas

El cineasta y presidente de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) desde 2007, José Luis Borau, criticó los "injustos y estúpidos" ataques de "cierta" prensa a este organismo, y consideró que las tarifas que aplica son similares al resto de Europa.


Antes de participar en los Cursos de Verano de la Universidad Complutense en El Escorial, Borau pidió que quienes critican a la SGAE "se informen" antes, calificó de "disparatadas" algunas informaciones sobre el sueldo y las dietas de sus directivos, y aseguró que los 20 euros que se cobran en España por un cd se cobran en Francia, Italia y Alemania, "y allí nadie dice nada".


"Los precios en España son incluso más bajos", subrayó el cineasta, quien precisó que quizá un cd sea tan caro como un libro, "pero eso hay que decírselo a los autores; nosotros sólo gestionamos sus derechos".


Borau, quien se definió como presidente "constitucional" de la SGAE "que "reina pero no gobierna" -ya que el presidente del Consejo de Dirección es Eduardo Bautista- aseguró que "no hay otra entidad en España que adelante el dinero a sus socios (90.000) sin cobrarles intereses", y aseguró que ésta es de las sociedades "que menos porcentaje cobra por la gestión".


Preguntado por su ausencia del cine desde que dirigiera "Leo" en el 2000 -con la que ganó el Goya a la mejor dirección- aseguró: "estoy muy viejo ya para hacer películas", y recordó que el cine "es un ejercicio físico en buena parte".


Además, su intensa actividad como presidente de la SGAE, académico de la Lengua, escritor y conferenciante le ocupan actualmente todo su tiempo, y aunque aseguró que echa de menos el cine "porque es mi vida", también precisó que "solamente la idea de pensar en hacer una película ahora me agotaría, porque no estoy para esos trotes, aunque lo compenso escribiendo".


Preguntado por las actuales producciones de cine español, consideró que actualmente "hay gente muy preparada" y "mucho talento" entre los jóvenes directores, y estimó que los actores ahora "tienen mucho más poso cultural".


Respecto al escaso éxito de las producciones españolas en taquilla consideró que son fruto del "desprecio congénito que tiene el español sobre sus propias cosas", puso de manifiesto el triunfo del cine español en el exterior, y aseguró que cuando a un español no le gusta una película producida en su país dice "qué malo es el cine español" mientras que un americano diría de una película americana "qué mala es esta película".


En su conferencia, titulada "Imago franca", el cineasta se refirió a una "puerta que dejé abierta" sobre este concepto tanto en su discurso de ingreso en la RAE como en un libro que publicó posteriormente, según el cual el hombre está conformado con cientos de imágenes comunes que ha ido almacenando a lo largo de décadas cinematográficas.


El cine, en su opinión, implicó una nueva forma de conocer el mundo, creando "una bolsa de imágenes de la que echamos mano continuamente", algo que ya hicieron antes la pintura o la fotografía, pero a las que les faltaba algo esencial -dijo- como era el movimiento.


En sus inicios, según Borau, se pensó que el cine mataría el teatro, "pero no sólo no lo hizo, sino que lo purificó", lo que ha hecho que hoy el teatro tenga "más espectadores que nunca", y lo mismo ocurrió con la literatura, a la que el cine "ha aportado mayor pureza".


El cineasta criticó las producciones americanas, a las que calificó como "una bobada en sesión continua", y precisó que "tras años de bobadas, la gente ha descubierto que el teatro tiene más enjundia", aunque criticó la falta de preocupación de los gobiernos por la cultura, para los cuales -dijo- "es un adorno, sin saber que un país culto tiene mucha más facilidad para reaccionar frente a fenómenos como la actual crisis".