MÚSICA

El concierto de Madonna en Zaragoza recibe el apoyo directo de la empresa Live Nation

Hace unos días se hablaba de voluntad, de esfuerzo mancomunado y de apoyos tácitos. Desde ayer es posible referirse al recital de Madonna en Zaragoza (previsto para el 25 de este mes en la Feria de Muestras) en otros términos: habrá concierto, y todas las partes implicadas están por la labor de cuadrar los números hasta donde sea posible, sin que ello perjudique la inversión mínima que garantice una producción a la altura del espectáculo. La empresa estadounidense Live Nation, que maneja la gira mundial de Madonna y que envió a uno de sus responsables en la noche del miércoles a Zaragoza, confirmó ayer a fuentes cercanas a la organización que los problemas surgidos en las últimas semanas -derivados de la insuficiente venta de entradas- no eran insalvables, y que el concierto no corre peligro.


El presidente de la promotora valenciana Music Community, Eduardo Ybarra -responsable del evento- se reunió ayer por la mañana en la Feria de Muestras de Zaragoza con las empresas de servicios auxiliares que trabajan normalmente con el Ayuntamiento de Zaragoza. En esa reunión también había representantes de las fuerzas de seguridad, servicios médicos, el propio Consistorio zaragozano, la empresa de venta de entradas Ticketmaster y la propia Live Nation. Antes, Ybarra se había reunido igualmente con técnicos municipales para valorar la situación. En la Feria hubo momentos tensos: las empresas de servicios, ante la alta posibilidad de que el concierto arroje pérdidas, querían asegurar el cobro inmediato por su trabajo, hasta el punto de que no estaban dispuestos a mover un dedo si esa circunstancia no se solucionaba. Al final hubo quórum y, de hecho, los primeros trabajos logísticos comenzaron ayer, al garantizar Ybarra liquidez para efectuar los pagos. En cuanto a las negociaciones con Live Nation, no ha trascendido aún si se ha acordado una rebaja en el caché de la artista, aunque todo parece indicar que ha habido un acercamiento al respecto.


Por su parte, el Ayuntamiento de Zaragoza ratificó que no se ha subido un euro de los 200.000 que marcan su patrocinio directo al concierto, aunque sí se ha ofrecido a Music Community apoyo en una serie de servicios cuantificables, que solucionan parte del aparataje logístico requerido por un acontecimiento de tales dimensiones.


A pesar de los numerosos (y polémicos, aunque legales) esfuerzos de la promotora por atraer el interés de los zaragozanos, a fuerza de idear diversas promociones, el número de entradas vendidas apenas sobrepasa las 20.000 para un aforo de 52.500. Hoy y mañana, las tiendas de muebles La Quarta y Tuco de Puerto Venecia regalan una entrada a todo aquél que compre en sus tiendas por valor de 100 euros, hasta un máximo de cuatro por persona y compra. Es la última de una serie de alternativas y descuentos que incluyen uso de tarjetas de fidelidad (el Corte Inglés), asistencia a partidos de fútbol (el del ascenso del Real Zaragoza) y otros muchos.


Muchos compradores "tempraneros" de entradas han expresado en asociaciones de conumidores y foros de Internet su malestar por el agravio comparativo sufrido, aunque los especialistas consultados al respecto coinciden en que lo sucedido no es denunciable, ya que se equipara a las rebajas en artículos de consumo de cualquier tipo, como ropa o billetes de avión.


El montaje inicial continuará todo el fin de semana y el lunes se espera ya a los tráilers con material específico del concierto.


Polémica en Polonia

Por su parte, el Defensor del Pueblo polaco, Janusz Kochanowski, se sumó ayer a la cruzada contra el concierto de Madonna en Varsovia, previsto para el 15 de agosto, con una carta en la que explica a la alcaldesa de la ciudad que la fecha puede herir la sensibilidad religiosa de algunas personas. El 15 de agosto se celebra la Asunción de la Virgen, que coincide con celebraciones patrióticas y militares en honor de la patrona del país. El premio Nobel de la Paz, Lech Walesa, también se mostró en contra del concierto, que sería el primero de Madonna en Polonia.