CÓMIC

Astérix vuelve a los tribunales

La familia Uderzo litiga por el control del irreductible guerrero galo. Astérix sobrevivirá a su dibujante, que ha vendido los derechos del universal personaje del cómic a un grupo editorial francés.

Astérix
Astérix vuelve a los tribunales
HERALDO

La penúltima batalla de Astérix se libra en los tribunales. Un juez tendrá que pronunciarse sobre la venta de derechos del universal personaje del cómic creado por el dibujante Albert Uderzo y el fallecido guionista René Goscinny hace medio siglo. Sylvie Uderzo, la única hija del dibujante, ha demandado a su padre reclamando explicaciones sobre la venta de derechos y reivindicando, a su vez, su potestad para decidir sobre el futuro del pequeño e irreductible héroe galo. De las decisiones de este proceso judicial dependerá el futuro del bigotudo y simpático guerrero, que muy probablemente seguirá vivo y protagonizando aventuras mucho más allá de la desaparición de sus creadores.


¿Es lícito que nuevos dibujantes y guionistas tomen el relevo de los creadores originales? Es algo habitual en el mundo del tebeo y la cuestión de fondo de un litigio en el que, como casi siempre, hay mucho dinero en juego. Y es que Astérix y cía, que ha vendido más de 300 millones de álbumes, sigue siendo un boyante negocio revitalizado por el cine y la industria del ocio.


Sylvie Uderzo era la directora y propietaria, junto a su marido Bernard Boyer, del 40% de Editions Albert-René, la sociedad que explotaba los derechos de los 33 álbumes publicados hasta la fecha de las aventuras de Astérix y Obélix. Su padre y la hija del guionista, Anne Goscinny, poseedores el 60% restante, han vendido su mayoría a un gigante de la edición francesa, Hachette Livre, que tiene en sus manos el futuro del héroe del cómic y que ha confirmado que seguirá publicado sus aventuras tras la muerte de Albert Uderzo.


Manipulación


Hace un par de semanas, la hija de Uderzo, despedida con su marido de Editions Albert-René, lanzaba un llamamiento a los lectores de Astérix a través de un artículo publicado en el vespertino 'Le Monde' en la que denunciaba la "manipulación" de la que a su juicio están siendo víctimas su padre y las aventuras del diminuto guerrero galo al que la poción mágica del druida Panorámix hace invencible.


Que el personaje sobreviva a sus creadores "traiciona el espíritu de Astérix", según la hija del dibujante. "Me rebelo contra los que son quizás los peores enemigos de Astérix, los hombres de las finanzas y la industria. Es como si las puertas del aldea gala hubiesen sido derrocadas para dejar vía libre a los ejércitos del imperio romano", ha escrito Sylvie Uderzo.


Denuncia en su demanda que no se le consultó sobre la operación de venta del grueso de la sociedad en la que participaba. Su abogada ha reclamado todos los documentos relacionados con la transacción y pretende que se demuestre, mediante unos papeles que de momento se le niegan, que los derechos de Sylvie Uderzo no quedan lesionados con la operación. La letrada se interroga también en su demanda por el futuro de Astérix.


Antecedentes


A sus 81 años, Albert Uderzo, que a su vez ha demandado a su yerno, alega que lo único que ha hecho con esta operación ha sido ceder sus acciones a un gran grupo editorial con la intención de conservar y mantener la obra que creó junto a Goscinny y que ha hecho y hará felices a millones de lectores en todo el mundo. "El personaje es más fuerte que yo", ha dicho Uderzo tras autorizar la continuación de las aventura tras su muerte.


"Lo que se ha vendido no son más que las acciones de una sociedad editorial que yo mismo creé en 1979", ha respondido Albert Uderzo a su hija, con la que cruza reproches a través de los medios franceses. "Las acusaciones contra mí no sólo se inspiran en su afán de poder, sino que tratan de abusar de los lectores de Astérix, confundiendo de manera pérfida mi condición de autor con la de accionista de una firma editorial", advierte el octogenario dibujante, quien asegura que decidió vender su participación en la Albert-René "con el único objetivo de preservar la obra que emprendí con René Goscinny y asegurar su futuro".


No es la primera vez que Uderzo litiga por el control de sus criaturas. Ya se las vio en los tribunales con los primeros editores de la saga, Dargaud, a quienes reclamó una buena pila de millones, todavía de francos. Obtuvo el dinero y el control pleno de sus personajes en 1998 y decidió crear junto a su hija el sello Albert-René, que ha gestionado desde entonces la explotación de Astérix.


Segunda vida


El fallecimiento de René Goscinny en 1977 ya amenazó con poner un abrupto punto y final a las aventuras de los irreductibles galos creado por el tándem Uderzo-Goscinny en 1959.

El propio George Dargaud, el primitivo editor de la serie, afirmó que Astérix murió con su guionista. Pero Uderzo cogió la antorcha de su compañero y siguió publicando regularmente las aventuras con guiones propios.


Astérix siguió, y más vivo que nunca. A partir de 1979 sus aventuras aumentaron exponencialmente su cifra de ventas. Un aumento que se tornó estratosférico -casi 330 millones de álbumes en un centenar de idiomas- cuando se llevaron a la gran pantalla las historias de la aldea inaccesible para las tropas del Julio César con personajes de carne y hueso. La primera película de la saga, 'Astérix y Obélix contra el César', apareció en 1999. Hubo otras dos entregas -'Misión Cleopatra' y 'Astérix en los juegos olímpicos' - y el negocio creció aún más con la apertura de del Parque Astérix, en competencia directa con el también parisino Eurodisney.