MÚSICA

Cheb Bilal, el número uno de la música magrebí, dedica una canción a Zaragoza

¿Saragossa, contigo estoy y mi corazón te desea¿, asegura en el tema, que aborda los problemas de la inmigración.

Si uno pasea un buen rato por el Casco Viejo zaragozano es muy posible que acabe escuchando una canción que, de forma casi salmódica, parece mencionar la capital aragonesa. Una canción en árabe. Pero, ¿de quién? ¿Qué es lo que dice?


Por sorprendente que parezca, el autor de la canción es el número 1 en ventas de todo el Magreb y, por sorprendente que parezca también, no consta que haya estado nunca en Zaragoza. El artista es el argelino Cheb Bilal.


La canción lleva por título “Saragossa”, Bilal la ha incluido en su último disco, y su versión en directo ha sido objeto ya de varios vídeos en Youtube, alguno de ellos con más de 100.000 visitas.


Desde hace varios años, Cheb Bilal es la principal estrella del raï, la música pop del Magreb, hasta el punto de que, como figura, ha trascendido ya el papel propio de cualquier músico y es, en realidad, un líder de la juventud árabe.


“Mis ídolos del raï siempre han sido Khaled, Mami y el difunto Hasni -aseguraba en una entrevista a la revista ‘E-zine’ hace ahora cuatro años-. Han sido mis maestros. Algunos medios me califican como el sucesor o el nuevo rey de la música raï, y no me gusta que me comparen. Yo he creado un género nuevo, que es el “raï moral’, como lo califica la crítica, porque mis textos tratan de los problemas de la gente, sobre todo de la juventud”.


Son precisamente los problemas de la juventud de su país natal, Argelia, los que afloran en la canción “Saragossa”. Gracias a la colaboración como traductores de Abderrahmen Ben Chaabane y Charif Dandachli, se puede adelantar que la canción, llamada a ser un éxito de ventas en todo el Magreb, deja en buen lugar a la capital aragonesa: lo que se repite en el estribillo es, literalmente, “Zaragoza, contigo estoy y mi corazón te desea”.


“No hay la menor duda posible sobre el hecho de que la ciudad que se menciona en la canción sea la Zaragoza aragonesa -señala Abderrahmen Ben Chaabane, tras escucharla-. Pero la Zaragoza que se menciona es un sueño. Se menciona como aspiración o lugar de destino, pero sin detalles”.


La canción es un relato extenso en torno a un grupo de jóvenes que está en la costa argelina a punto de subirse a una patera, y que ansía llegar a España o a Alemania para intentar tener un futuro mejor.

“En la canción se habla de la situación en el norte de África. Se mencionan varias ciudades, como Ouejda o la capital del país; se habla con nostalgia de Orán, desde donde, dice, partirán los jóvenes en patera hacia España -apunta Ben Chaabane-. Es una canción que habla de la inmigración ilegal y sus problemas, pero principalmente en el país de origen, no en Europa. A lo largo de toda la canción se menciona en varias ocasiones la necesidad de tener suerte en la dura travesía del Estrecho”.


Una letra que encaja perfectamente en la idiosincrasia de Cheb Bilal. Siempre ha sido un creador comprometido con los problemas de su tiempo. Según aseguraba en ‘E-zine’, “el mundo árabe vive muchas tragedias (Irak-Palestina: falta de derechos humanos y democracia) y eso la gente lo vive cada día. Por eso lo reflejan mis canciones. La música en nuestro país ha ganado mucho terreno y los fundamentalistas no aceptan que nosotros tengamos más popularidad que ellos en la calle y por eso empiezan a asesinar”.


Y es que las letras del raï hablan de amor y de desamor, de nostalgia, de amistad, de recuerdos. Pero, también, de problemas económicos, de libertad. Y eso ha hecho que sea un estilo musical perseguido por el fundamentalismo árabe. De hecho, grandes figuras del rï, como Cheb Hasni, han sido asesinadas por los extremistas. La trasmisión en radio de este estilo musical estuvo prohibida hasta 1985, y el propio Cheb Bilal, cuando ya había vendido más de 10 millones de discos en todo el mundo, estuvo años sin poder dar un concierto en su país.


Bilal Moufk, ‘Cheb Bilal’, nació en 1966 en Checheli, ciudad cercana a la capital de Argelia, que antiguamente era un puerto romano. Creció en el distrito Maraval de la capital del raï, Orán. Tras abandonar su país en 1989, se instaló en la ciudad de Marsella.