PATRIMONIO

Identificado el ADN de varios miembros clave de la antigua familia real aragonesa

El equipo de investigación que dirige Begoña Martínez Jarreta avanza en el estudio de los restos históricos.

El equipo de investigación que se ocupa del estudio y análisis de los restos de los reyes de Aragón avanza "sin prisa, pero sin pausa", según asegura su responsable, Begoña Martínez Jarreta. El equipo trabaja no ya con marcadores genéticos, sino que en algunos casos ha conseguido identificar la doble hélice completa de ADN de algunos miembros de la antigua familia real aragonesa. Así lo confirmaba ayer Martínez Jarreta, con la enorme cautela que está mostrando siempre en sus declaraciones sobre este trabajo. "Sí, tenemos ADN, pero todavía es pronto para establecer conclusiones. Poco a poco vamos consiguiendo datos y debemos felicitarnos por la forma en que se está trabajando, empleando las técnicas más novedosas y buscando soluciones a los problemas que nos van saliendo poco a poco en el camino".


Según la directora del equipo de investigación, se ha obtenido el ADN de restos que se encontraban "en muy buen estado de conservación". Eso parece indicar que se ha conseguido esa información genética de algunos de los huesos que se guardaban en el monasterio de San Juan de la Peña y, especialmente, de los que se encontraban en el convento de las Benedictinas de Jaca. Al parecer, aunque este punto no ha sido confirmado, ha sido aquí donde el equipo se ha llevado una de las mayores sorpresas positivas. En el convento se conserva un sarcófago que guardaba los restos de Sancha, Urraca y Teresa, hijas de Ramiro I, y del conde Guillem Beltrán, marido de ésta última. Además, se han encontrado restos de cuatro niños que, por lógica, deberían ser hijos de la pareja. Estos restos, según algunas fuentes muy bien conservados, han permitido que se identique su ADN con relativa facilidad.


Y en el convento de las Benedictinas estaba el primer nudo gordiano de la investigación, la primera clave. Quizá ello explique la satisfacción contenida que mostraban ayer todos los miembros del equipo de investigación. Sin el ADN de los restos guardados en Jaca hubiera sido difícil completar el trabajo o, al menos, se hubiera conseguido menos información. El siguiente paso, que quizá ya esté dado, es comparar el ADN mitocondrial de las tres mujeres. Si la comparación concluye que eran hermanas, vendría a confirmar lo que dicen las fuentes históricas, que se trata de las tres hijas de Ramiro I. A partir de ahí, los investigadores buscarían entre los restos extraídos en San Juan de la Peña, y pendientes de identificar, alguno cuyo ADN mitocondrial coincidiera con el de las tres mujeres. Así se podría establecer, sin ningún género de dudas, que se trataba del hermano de éstas, Sancho Ramírez. A partir de ahí, se podría buscar al padre, Ramiro I, y poco a poco irían poniéndose 'nombres y apellidos' a todas las osamentas.


Alfonso I y Ramiro II


Aunque lo que se ha conseguido hasta ahora parece indicar que la investigación podría dar grandes frutos científicos, también ha sufrido algún revés. Se han intentado conseguir los perfiles genéticos de Alfonso I y Ramiro II y no ha sido posible. Los restos de ambos reposaban en el panteón real de San Pedro el Viejo en Huesca, adonde fueron trasladados desde la abadía de Montearagón, y en 1985, cuando se exhumaron para su estudio, se vio que estaban en mal estado de conservación. Solo se ha realizado un intento de extraerles el ADN y, aunque los resultados han sido negativos, el equipo de investigación confía en poder lograrlo porque, al disponerse de los esqueletos completos de ambos, existen altas posibilidades de encontrar vestigios susceptibles de someterse con éxito a la prueba.


En cualquier caso, el laboratorio montado en la cátedra de Medicina Legal de la Universidad de Zaragoza para desarrollar este proyecto trabaja casi con un ritmo febril. "Se ha completado la biometría de los Reyes de Aragón y de los familiares que estaban inhumados con ellos -señala Jaime Vicente Redón, director general de Patrimonio-. Sus huesos han sido objeto de diversos estudios, algunos muy complejos, ya que han sido incluso pasados por un escáner que elabora imágenes en tres dimensiones. Se está intentando extraer el máximo de información posible, porque el proyecto comprende la restauración y puesta en valor de todos los panteones reales. Una vez se completen los trabajos, los restos volverán a su sitio original y no se tocarán durante muchas décadas, por lo que no habrá posibilidad de hacerles nuevas pruebas".


Acabada la investigación, algo para lo que Martínez Jarreta no se atreve a poner fecha, se celebrará una gran exposición sobre los reyes de Aragón. En ella se espera que sea uno de los elementos más destacados la reconstrucción de los rostros de los cinco monarcas emblemáticos: Ramiro I, Sancho Ramírez, Pedro I, Alfonso I y Ramiro II.


También se publicará un libro en el que, además de dar cuenta de todos los trabajos realizados, se pondrá al día el conocimiento histórico sobre la dinastía aragonesa. Cuando llegue ese momento (seguramente en 2010) estará concluida o avanzada la restauración de todos los panteones reales. El año que viene, por ejemplo, se trabajará ya en los de San Pedro el Viejo y San Juan de la Peña.


Los restos de los reyes de Aragón serán inhumados de nuevo cuando el trabajo esté concluido, mediante ceremonias a las que se quiere revestir de la solemnidad adecuada.