ARTE

Barjola: 'Expresionismo con un toque surrealizante'

Ibercaja expone en el Patio de la Infanta 58 obras del pintor extremeño, deudor de Goya y Picasso.

La sala de exposiciones Ibercaja Patio de la Infanta ofrece hasta el 8 de febrero la oportunidad de conocer a ‘Juan Barjola y su mundo’, en una muestra que recoge un total de 58 obras de este pintor extremeño, entre óleos, dibujos y aguatintas.


Evidente deudor de la pintura de Picasso, Barjola tenía predilección por varios temas que aparecen profusamente representados en la exposición y que le sirven para plasmar su oscura visión de la sociedad. Así, sus tauromaquias "no son una exaltación de la fiesta nacional, sino una metáfora del mundo humano, de la lucha por sobrevivir y la violencia que gobierna la vida", según explicó el comisario de la muestra, Luis Rubio. Del mismo modo, los deformes perros que emplea como elemento recurrente "son una imagen de la miseria humana, con una expresividad entre misteriosa, hiriente y agresiva".


También le interesaba "denunciar el erotismo sin amor", a través de prostíbulos con picassianas figuras y mujeres que se miran al espejo. "Haber convertido a la mujer en objeto es un auténtico drama", recordó Rubio que había afirmado una vez Juan Barjola. Incluso sus maternidades están llenas de "dolor y angustia".


Acaso esa preocupación por el sexo opuesto le viniese al pintor del profundo amor que profesaba por su madre -que fue quien lo animó a estudiar bellas artes a pesar de las penurias económicas de la familia- y por su esposa, una asturiana que le ha sobrevivido y a la que el artista agradecía además no haberlo abandonado "en la larga travesía del desierto". Porque aparte de proceder de una humilde familia de labriegos y haber conocido la miseria de la guerra, Barjola vivió con dificultades unos años antes de que su arte se viera reconocido y le proporcionara bienestar económico.


Juan Barjola, que murió en el año 2004 tras caerse de la escalera en la que estaba pintando un mural de grandes dimensiones, había empezado su formación en la Escuela de Artes y Oficios de Badajoz, para continuarla luego en Madrid, donde además de la Academia de Bellas Artes de San Fernando frecuentó el Museo del Prado. El artista reconoció muchas influencias en su pintura: "del Greco tomó el color y la deformación de las figuras, de Velázquez el ‘aire’, el contenido espacial, pero es a Goya a quien dedica mayores elogios, del que decía que era superior a Picasso y que ‘todo lo hizo con genialidad", recordó Luis Rubio.


También señaló que Barjola definió en algún momento su estilo como "expresionismo con un toque surrealizante", en el que se pueden rastrear también ecos de Willem de Koonig y Emil Nolde, al tiempo que parentescos temáticos con el aragonés Antonio Saura. De hecho, según el comisario de la exposición, "Saura y Barjola son los dos grandes expresionistas españoles". El extremeño se decantó por esta línea, a pesar de haberse adentrado antes en la abstracción (de lo que se pueden ver también muestras en Ibercaja), porque "con la abstracción no podía llegar al fondo en la crítica social", dijo Rubio.


‘Juan Barjola y su mundo’ supone también la despedida de Gonzalo de Diego como responsable de Exposiciones de Ibercaja, que se jubila después de 32 años en el puesto y que ayer manifestó sentirse "orgulloso, contento y enormemente agradecido" de haber trabajado para una entidad cuyo interés por apoyar el desarrollo de la cultura "ha sido espectacular".