ROCK

Extremoduro cierra su gira con dos conciertos masivos en Madrid

Un publico variopinto, desde adolescentes a rockeros maduritos, disfrutó de los poemas urbanos de Iniesta de sus años más duros.

Los viejos rockeros nunca mueren y sus seguidores tampoco. Es la principal conclusión que se puede extraer de los dos conciertos con los que la mítica banda Extremoduro ha cerrado su gira este fin de semana en Madrid. Más de 14.000 personas por cada una de las dos noches de conciertos en el Palacio de los Deportes de la capital, en los que los seguidores del grupo liderado por Robe Iniesta pudieron cantar y bailar durante casi tres horas himnos como 'Golfa', 'Deltoya' o 'So payaso'.


Desde que en 2002 el grupo extremeño publicara aquel 'Yo, minoría absoluta', los seguidores de la banda de Robe Iniesta no había podido escuchar ningún tema nuevo de Extremoduro, que empezó su andadura allá por finales de los 80, cuando grabó 'Rock transgresivo' (grabado en 1989, publicado en 1994). 'La ley innata', publicado en septiembre de este año, fue el regreso a los estudios de grabación de una de las bandas de rock con más historia en el panorama español después de haber anunciado su retirada de los escenarios.


Sin embargo, en el primero de los dos conciertos que Extremoduro tenía programados este fin de semana en el Palacio de los Deportes de Madrid, el tema con el que cayó el telón no pertenecía a este último álbum. 'Deltoya', perteneciente al disco homónimo -quizá el más contundente de toda su discografía- dio el pistoletazo de salida a un concierto que contó con más de 14.000 asistentes; no en vano, la banda extremeña logró colgar el cartel de 'entradas agotadas' las dos noches que actuó en Madrid como cierre de gira.


Un publico variopinto, desde adolescentes a rockeros maduritos, disfrutó de los poemas urbanos de Iniesta de sus años más duros. Canciones como 'Papel Secante', 'Pepe Botika' o 'Quemando tus recuerdos' ocuparon la mayor parte del concierto en el que 'La Ley Innata', pese a ser el trabajo más cuidado y elaborado del grupo, tuvo poco protagonismo. Iniesta supo compensar a sus seguidores por las dos interrupciones -causadas por problemas de sonido en el escenario- con casi tres horas de concierto.


El grupo extremeño amagó con una pronta retirada antes de volver al escenario y tocar tres nuevas canciones, entre ellas, 'Jesucristo García'. Y, como no podría ser de otra forma, Robe Iniesta se despidió con el himno de una generación 'Ama, ama, ama y ensancha el alma', momento en el que con un ligero movimiento de mano -nunca fue amigo de los grandes gestos- se despidió del público. El cierre del concierto quedó entonces en manos del guitarrista Iñaki 'Uoho' Antón, que con más de 15 minutos de filigranas en las cuerdas, puso la guinda a una noche de verdadero rock español.