ARTE

El premio Turner trata de suscitar debate con sus artistas

El jurado ha escogido a creadores conceptuales y audiovisuales

El premio Turner de este año trata de "suscitar debate" sobre la última evolución del arte con los cuatro artistas seleccionados, afirmó el director de la galería Tate Britain, Stephen Deuchar. Como es habitual, la pintura brilla por su ausencia y el jurado ha vuelto a escoger a artistas del vídeo o practicantes del arte conceptual: los británicos Mark Leckey y Cathy Wilkes, la bangladeshí Runa Islam y la polaca Goshka Macuga. Además, por el pasillo central de la Tate corre un atleta distinto cada treinta segundos: es la nueva "creación" de Martin Creed, el hombre que ganó el Turner en 2001 con una bombilla que se enciende y apaga en una habitación vacía.


La polaca Macuga presenta en la Tate una instalación que toma como punto de partida la relación personal y profesional entre dos parejas de artistas. En un caso, lo hace mediante fotografías y 'collages' en los que lleva a cabo un maridaje póstumo de las obras de uno y otro, mientras que en el otro caso, Macuba reproduce fielmente las estructuras de cristal y acero empleadas en su día por Reich para presentar los textiles en el famoso pabellón de Barcelona de Van der Rohe.


En un espíritu surrealista un tanto pasado de moda, Cathy Wilkes presenta una colección de objetos dispares: un maniquí femenino sentado en una taza de water, otro maniquí igualmente desnudo y con una jaula en la cabeza, una cocina, una escalera o una pila de ladrillos.


Los otros dos finalistas trabajan con vídeo: Runa Islam exhibe tres películas. Una muestra un grupo de calesas tiradas por hombres con ayuda de una cámara que gira en torno a ellos, y otra, a una mujer tomando té, jugando con la tetera y la taza, objetos que estrella contra el suelo, caída que filma en cámara lenta. Finalmente, Mark Leckey, el único artista masculino, presenta vídeos, diapositivas y otras creaciones en distintos soportes que reflejan su "fascinación por la cultura visual contemporánea".


Fuera, un grupo de artistas del movimiento "stuckista" -pintores figurativos opuestos a los experimentos conceptuales- protestaban contra el "circo mediático" que rodea a este premio y exigían la destitución del director de todas las Tate, Nicholas Serota. Protesta inútil porque parece que este premio, destinado a artistas de menos de cincuenta años y dotado con 25.000 libras (unos 31.500 euros) para el ganador y 5.000 (algo más de 6.270 euros) para los finalistas, apuesta por lo conceptual.