CINE

"El cine está en crisis, pero la gente sigue viendo películas... en casa"

Cumple 39 años el próximo martes y su filmografía supera ya los cuarenta títulos. Su estreno más reciente, "Rivales", se proyectó en el Festival de Tarazona, que anoche le dio un premio honorífico.

Le han dado un premio que es un reconocimiento a su carrera. Sea inmodesto, ¿qué virtudes considera que tiene como actor?


¡Me hace mayor este premio! Supongo que la edad y la experiencia son buenas características para un actor.


Tiene más películas que años, ¿es un poco hiperactivo?


Eso me pasaba ya a los doce años… He tenido suerte de tener muy buenas oportunidades de hacer películas en todas las edades.


Recoge un galardón en un festival de cine y le pilla haciendo teatro ("Descalzos en el parque"). ¿Qué motivos ha tenido para serle infiel a la cámara?


El cuerpo me lo pedía mucho, hace muchos años. Pero durante mucho tiempo me sentí un poco en desventaja con respecto a los actores de teatro, me daban envidia y pensaba que yo no podía dar la misma calidad en el escenario. Eso me frenaba. Hasta que un día, hace unos años, me llamó Gonzalo Suárez con "Arsénico, por favor" y el personaje de Mortimer.


Sin embargo, no se ha prodigado mucho en teatro, ni tampoco en televisión, aunque haya hecho algunas series. ¿Por qué?


Lo mío es el cine, es lo que más me gusta. El mimo y la calidad es inmensamente mayor que en televisión. Porque en el cine desarrollas la historia a lo largo de dos meses de rodaje, mientras que en televisión se hace en cuatro días. Además, el cine se hace plano a plano, con una sola cámara, y así mides cada mirada, cada gesto. En televisión es más complicado dosificar.


Una vez, en Zaragoza, dijo que "la inseguridad es el estado natural del actor". ¿No se le pasa?


Lo decía porque un actor es un intérprete y hay infinidad de maneras distintas de interpretar una frase. Siempre te planteas si estarás o no acertado en la forma que has elegido, aunque depende también de lo que quiere el director, de que tengas hábito y conocimiento del medio… Los actores trabajamos con material sensible.


De su extensa filmografía, si tuviese que salvar solo dos o tres películas, ¿cuáles serían?


Eso es como preguntar "a papá o a mamá". No sabría decir…


¿Y por inclinación sentimental?


Quizá todas las de Fernando Trueba: "Belle époque", "El año de las luces", "La niña de tus ojos"… Sobre todo, por la calidad humana de Trueba y su productora, Cristina Huete. Pero todas las películas valen, hasta de los rodajes malos se aprende.


Hace seis años tuvo su primer hijo, ¿cómo ha llevado lo de la conciliación laboral y familiar?


La verdad es que bastante bien. Estoy en un trabajo que es muy de familias. Mi hijo suele venir conmigo, ya lleva cuatro giras de teatro y varios rodajes.


Igual se le despierta la vocación de actor…


¡Espero que no!


¿Por qué? ¿Usted no recuerda como algo agradable su experiencia de actor infantil?


Mi experiencia fue buenísima. Gracias al cine, además de la educación normal de un niño tuve una educación complementaria, viajando, conociendo a mucha gente. Yo era muy fotogénico y me gustaba mucho actuar, pero es un oficio duro para un niño. Mi hijo, primero, que estudie. Luego, ya decidirá.


Es un padre muy tradicional…


Sí, en eso tengo una vena tradicional.


¿Será porque se acerca a los 40?


Cumplo 39 la semana que viene. Estoy al borde de la crisis de los 40... No, la verdad es que es algo que no me he planteado.


¿A quién quiere parecerse cuando sea mayor?


(Sonríe) A mí, la verdad. Me gusta la vida que he llevado.


Siendo un galán de cine tantos años, ¿cómo se las ha arreglado para mantenerse a salvo de la vorágine de la prensa rosa?


Te sacan igual aunque no quieras, pero como yo siempre he considerado que ese no es mi oficio, que lo mío es hacer películas, nunca he entrado en el juego de vender entrevistas, ni exclusivas, que es lo que espolea a la prensa del corazón para sacarte.


Parece que ahora el cine está en crisis, perdiendo espectadores…


El cine está en crisis, pero la gente sigue viendo películas. Lo que pasa es que, con los adelantos de la técnica, se tiene el cine en casa. Pero yo creo que el salir, ir a una sala, que todo el mundo se calle a la vez y la proyección empiece, tiene una magia que se mantendrá.


Hay quien opina que el problema es que con Internet la gente obtiene las películas gratis.


La piratería ha hecho daño al cine, como a la música, porque da a la gente la posibilidad de saltarse la taquilla. Pero en los países civilizados está empezando a regularse ese problema. España es un país con una gran tradición cinematográfica y siempre se hará cine.


¿Qué es lo último que ha rodado?


"El libro de las aguas", con Antonio Giménez Rico, que supongo que se estrenará para finales de año. Ha sido una colaboración pequeñita. Y para televisión he grabado un capítulo de una serie titulada "Cazadores de hombres", que emitirá Antena 3. Interpreto a un psicópata que asesinó a su familia y lo pillan cuando está a punto de asesinar a su segunda familia. Me pegan un tiro, me detienen y a otra cosa.


¿Qué filme ha visto hace poco?


"Hancock". Que, por cierto, es malísima. Tiene un arranque muy bueno pero cae en picado.