TEATRO

Historias de una ciudad

Los Sitios de Zaragoza, la vida de Goya o la convivencia entre judíos, musulmanes y cristianos serán representados durante todo el verano en la capital aragonesa. La compañía de teatro Gozarte se encargará, a partir del 14 de junio, de llevar a cabo estas entretenidas rutas históricas de noche.

El reloj de la plaza de San Miguel da marcha atrás en el tiempo y se retrasa hasta el 20 de febrero de 1809. Es la última noche antes de que Zaragoza firme la capitulación y se rinda ante el ejercito francés de Bonaparte. El silencio, el frío y el misterio se apoderan de las calles de la ciudad. Bajo estas pautas, el grupo Gozarte interpretará, a partir del 15 de junio, su nueva obra "Los Sitios: ¡A vencer o morir!".


Se trata de una de las tres representaciones que el conjunto teatral mostrará durante las noches de verano, y hasta octubre, como una alternativa más a la Exposición Internacional del Agua. "Buscamos que la gente de aquí y de fuera descubra Zaragoza y la valore como lo que es: una ciudad llena de riqueza artística. Y a su vez, queremos que el público que venga a vernos disfrute", explica el zaragozano Carlos Millán, gerente de la compañía Gozarte, la cual lleva una década transmitiendo la historia de Zaragoza con sus obras de teatro.


Poco convencional, pero muy especial, es la forma que Gozarte ha escogido para mostrar el patrimonio de la Zaragoza más desconocida, a todos aquellos aventureros que se animen y vayan a estas singulares representaciones. Para ello, los guías se convierten en los propios personajes de la historia de la capital aragonesa. La condesa de Bureta, una criada anónima o un soldado francés crearán escenas dramáticas o cómicas e intentarán que la gente no solo aprenda, sino que se emocione con el entorno y con la sensibilidad de sus escenas. "Una de las claves de estas actividades teatralizadas es que los personajes tienen que llegar al público", señala Carlos.


"¡A vencer o morir!", pone el punto final en el puente de Piedra junto a la cruz conmemorativa que se construyó en honor del padre Santiago Sas y del padre Basilio Boggiero, que fueron arrojados al río Ebro desde allí. Este lugar no ha sido escogido al azar, ya que el puente de Piedra es doblemente significativo porque en la época fue bombardeado por el ejercito francés para impedir que llegase la ayuda de la plaza del Pilar a los defensores del Arrabal. "El lugar es muy simbólico y por ello es allí donde termina esta obra, con la condesa de Bureta preguntándose para qué tanto sufrimiento", relata Carlos.


Este encuentro entre los ciudadanos de hoy y los de hace dos siglos se inicia en la plaza de San Miguel para continuar por las murallas. En cada parada habrá sorpresas que ahora no se van a desvelar. Basta con tener un espíritu inquieto que no tema viajar por el tiempo.


Las tres actividades teatralizadas se llevarán a cabo, a partir de las 22.00, porque bajo la luz de la luna se consigue un ambiente más enigmático. "En aquel tiempo, la gente de bien se quedaba en sus casas y las calles se volvían más peligrosas e interesantes", comentan desde Gozarte.


La marioneta que se llama Goya


Otra de las ofertas del grupo de teatro Gozarte es mostrar cómo llegaron los fantasmas a la vida del pintor aragonés más conocido, Francisco de Goya. Para ello se adentran en la infancia y juventud que el artista tuvo en Zaragoza. La Inquisición, la brujería, la Guerra de la Independencia... afectarán a ese estrecho filo que separa la razón de la locura y que transforma a Goya en la obra "Los sueños de Goya".


Lo más curioso de este espectáculo es que será una marioneta la que dé vida al pintor. "Preferimos no sacar personajes con nombre y apellido porque los anónimos nos dan más libertad a a la hora de dar un punto de vista diferente. Y en este caso más aún, porque un actor que interpreta a un Goya joven no hubiera sido creíble. Todo el mundo tiene metido en la cabeza a un viejecillo de 80 años con cara de Paco Rabal", apuntaba Carlos. Sea como sea, Francisco de Goya se encontrará con el público, desde el 14 de junio, en el monumento que lleva su nombre y que se encuentra en la plaza del Pilar.


En estas noches de verano no podría faltar el clásico "Bajo la luna mudéjar" o más conocida popularmente como "La ruta de las culturas". Y para comenzar, nada mejor que La Seo, donde estuvo la mezquita mayor de la ciudad en la época musulmana.


Esta vez el tiempo se retrasará unos siglos más hasta la mitad del XVI, para llegar a la época de la expulsión de judíos y musulmanes. Se empezará el recorrido con los que se fueron y acabará con los que se quedaron y tuvieron que convertirse al cristianismo. "Entonces la mentalidad de Zaragoza era que todos los ciudadanos eran cristianos. Algo irreal porque había judíos y musulmanes escondidos. Lo que nos permitirá mostrar historias al límite", revelan desde la compañía.


El ciego Salvador y la vida de una criada, en las casas de la antigua judería, abrirán esta historia de la convivencia entre las tres culturas.


Para participar en estas visitas se debe llamar al 976207363. De esta forma se reserva la entrada, que cuesta 15 euros. En el caso de los niños menores de 12 años, la entrada será gratuita. Si se va en grupo de diez personas, o se es estudiante o jubilado, se hace un descuento de dos euros.


Una vez conseguida la plaza, solo hará falta una pizca de imaginación para que todo parezca real. Algo muy sencillo porque los detalles de las representaciones, desde los vestidos de la época cosidos a mano por la madre de Carlos Millán, hasta el decorado, crean la atmósfera idónea para viajar al pasado.