MÚSICA

Carmen París saca de la inCubadora su nueva camada

La artista desmenuza su disco canción por canción, con cariño casi maternal, un día después de sacarlo al mercado.

El "titulico" del cedé significa tres cosas. La primera es lo de incubar, como una gallina a esos polluelos próximos a romper el cascarón. La segunda hace referencia a que se anda por Cuba, como andaba la autora de este disco cuando lo concibió. La tercera es estética -gerundio en vez de infinitivo- y alude a su vez a lo vivo de la música. Así es Carmen París: juguetona, polisémica, inquieta. Los zaragozanos más madrugadores -el centro abre a las 10.00- podrán aspirar aún al regalo por la compra en El Corte Inglés del paseo de la Independencia de un ejemplar de "InCubando", el nuevo disco de Carmen, que salió ayer al mercado. Se trata de una entrada para el concierto restringido que ofrecerá la artista en el Teatro del Mercado de la capital aragonesa el 21 de mayo. También hay regalo para los que prefieran la FNAC del Coso: allí les darán junto a su cedé "parisino" otro disco extra con dos remezclas y un vídeo.


El lanzamiento no gozó ayer del impacto esperado, pero la presencia de este trabajo está llamada a perdurar en el gusto de los melómanos aragoneses. La propia artista lo desmenuza para HERALDO en esta página. Y cuenta un par de cosas para alimentar los corrillos faranduleros. "Tengo un bolero que desde que acabé de grabarlo, todo el mundo me dijo que era almodovariano total, que se lo tenía que mandar a Almodóvar. Sí que es verdad que 'Distancia espeluznante' evoca un poco las atmósferas que él crea. La semana pasada me crucé con Juanba, el responsable del maquillaje en "Los abrazos rotos". Llevaba un disco en el bolso y se lo di para Pedro. Espero que le guste".


El disco de Carmen París está lleno de guiños cabalísticos, pero hay uno que se pasea por las lindes del trabalenguas. "La canción de "25 años" es de Raúl Vaz, un cubano que vive y trabaja en París desde hace mucho. El año pasado la hice a dúo con él en un concierto, allí en París, y nada más acabar me pareció perfecta para hacerla con un gran artista como Santiago Auserón en el disco. Lo llamé y resulta que andaba por París. La París le pedía al cubanófilo que estaba en París una canción de un cubano que vive en París. Toma ya".