PREMIO CERVANTES

El Rey asegura que la palabra de Gelman es el reencuentro, desde el exilio, con su patria

En la vida "dramáticamente marcada por las muy crueles consecuencias personales y familiares" de Juan Gelman, la palabra del escritor "ha representado el reencuentro, en el exilio, con su patria y sus raíces más profundas" subrayaba el Rey al entregar el Premio Cervantes al escritor argentino.


Los Reyes presidían la tradicional ceremonia de entrega del Premio Cervantes de las Letras, en su XXXII edición, que como cada año ha tenido como escenario el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares.


Don Juan Carlos destacaba que la capacidad del galardonado "para hablar directamente con nuestras soledades y sufrimientos ha logrado que nuestro idioma se estremezca y que resuene una voz que expresa lo que tantas veces falta". Su etapa más reciente "trasluce el dolor por los amigos desaparecidos, por su alejamiento de la tierra que le vio nacer", ha indicado.

Fuerza y sinceridad


Los Reyes presidían el solemne acto, acompañados por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; la jefa del ejecutivo madrileño, Esperanza Aguirre, y otras autoridades locales y académicas.


El Rey cerraba con sus palabras la ceremonia y subrayaba que el escritor argentino, que nació en 1930 en Buenos Aires y reside en México, es "uno de los más valioso poetas de los últimos tiempos" y que su palabra fluye "con fuerza, sinceridad y espontaneidad. Nutre la pasión por disfrutar de la capacidad de sentir y palpar, que encierra mejor la poesía".


Después de loar la lengua española, "uno de los mayores tesoros que compartimos", y a uno de sus mayores exponentes de todos los tiempos, Miguel de Cervantes, resaltaba que su "universalidad es, sin duda, su elemento más actual, dinámico y enriquecedor"..

"Enamorado de la palabra"


Don Juan Carlos incidía en que esta edición del Premio reconoce la obra "de un enamorado de la palabra y firmemente convencido de su inagotable potencial de comunicación" y de su vigor "para luchar contra la adversidad", y que como "renovador del idioma y creativo del lenguaje", en su trabajo confluyen "un lirismo construido a vueltas con la racionalidad" y un discurso poético "centrado en lo real".


Se refería también el Rey al innato don de expresión del galardonado, con un "ímpetu capaz de realzar, a un tiempo, el valor de la poesía como arte y como lenguaje del corazón".


Recordaba  Don Juan Carlos, después de felicitarle en su nombre y en el de la Reina, que en su apasionante diálogo con la tradición, su obra revela las huellas de San Juan De la Cruz y de la poesía mística del Siglo de Oro y trasmite "su particular forma de mirar la vida y de ver el mundo, a través de temas recurrentes como el amor, la memoria, el dolor o la muerte".


"En su poesía- añadía el Monarca-, que destila compromiso personal, social y creativo, lo humano y lo cotidiano cobran un papel protagonista, capaz de emocionar y desgarrar a quién lee o escucha".

"Territorio libre"

No en vano, matizaba, su obra se define "como el territorio más libre del mundo", sin que se haya visto mermado su compromiso con la dignidad humana, con su defensa de la verdad y de la justicia.


A su llegada a la universidad de Alcalá de Henares, los Reyes eran recibidos por el presidente del Gobierno, acompañado por su esposa, Sonsoles Espinosa, y otras autoridades, entre los aplausos de los alcalaínos.


Después de escuchar desde un podio el Himno Nacional, Don Juan Carlos pasaba  revista a una compañía de honores, antes de entrar en el recinto académico.


El nuevo Premio Cervantes se suma así a la lista de galardonados con la principal distinción de las letras españolas -que se entrega el día en que se conmemora la muerte del autor de "El Quijote"- y en la figuran nombres como Gamoneda, Sánchez Ferlosio, Guillén, Dámaso Alonso, Borges, Gerardo Diego, Alberti, Sábato, Torrente Ballester, Fuentes, Delibes, Vargas Llosa, Cela, Hierro o Cabrera Infante.